Ecuador amaneció el pasado lunes con una certeza que pocos habían previsto: una amplia mayoría de ecuatorianos votó no en el referéndum convocado por el presidente Daniel Noboa para reformar la Constitución. Hubo lugares en los que el no superó el 70%. Lo más simbólico se vio en las provincias indígenas de la Sierra centro, las mismas que lo catapultaron al Palacio de Carondelet en abril pasado, esta vez votaron castigando. Solo la provincia andina de Tungurahua resistió la ola de rechazo a la propuesta de Noboa bajo la premisa de devolver la seguridad y de refundar a la Patria. Seguir leyendo