Durante décadas, la sismología planetaria ha topado con un enigma desconcertante a casi 2.900 kilómetros de profundidad, en la frontera misma entre el manto rocoso y el núcleo externo de hierro fundido. Dos estructuras colosales, cuyas dimensiones y propiedades anómalas han resistido todas las explicaciones convencionales sobre la formación y evolución de nuestro planeta, se […]