Javier Aureliano García sacaba su mejor sonrisa el pasado domingo. Día de la Provincia de Almería. Y el poderoso presidente de la Diputación provincial estaba sobre el escenario, captando todos los flashes, junto al homenajeado Juan y Medio. Otro almeriense de pro. Todo ello en su Balanegra natal, en el polideportivo que lleva por nombre… Javier Aureliano García. Las autoridades sonreían, se abrazaban. Y, además, se servían las migas tradicionales como homenaje a la tierra. La bandera con la cruz de San Jorge ondeaba con todo su esplendor.Cuarenta y ocho horas después, ‘Aureliano’, como se le conoce entre los habitantes almerienses, es el protagonista del mayor escándalo de corrupción con el que se ha encontrado el PP andaluz desde la llegada al poder de Juanma Moreno. El tranquilo centro de la ciudad andaluza se ha convertido en un hervidero de periodistas buscando las fotos de la UCO registrando el histórico edificio de la Diputación, todo un símbolo de esta villa mediterránea. El caso mascarillas ha dinamitado a los populares, con la detención, entre otros, del presidente de la Diputación, el vicepresidente y el alcalde de Fines.La detención del hasta ahora líder del PP almeriense ha dejado en shock a todo el partido. Los populares de esta provincia tienen un poder político y económico enorme, han representado el gran bastión de la derecha durante años mientras el PSOE arrasaba en el resto de Andalucía. Y fueron esenciales, gracias a sus votos, para que Juanma Moreno llegara al Palacio de San Telmo en 2018. Una máquina en las urnas con una precisión suiza.El escándalo por corrupción (se están investigando supuestos amaños de contratos de material sanitario durante la pandemia) supone un mazazo para el PP andaluz a apenas siete meses de que se celebren las próximas elecciones autonómicas (previstas para junio). Se une a la profunda crisis de los cribados de cáncer en Andalucía, que está desgastando profundamente a un Moreno Bonilla que vivía instalado plácidamente en la nube de la mayoría absoluta. García, para más inri, acababa de ser elegido vocal del Comité Ejecutivo ideado por el presidente andaluz en el congreso del PP autonómico hace diez días. Se da la paradoja de que Moreno llegó al poder tras las elecciones de diciembre de 2018 por el fuerte desgaste que sufrió el PSOE de Susana Díaz por el caso de corrupción de los ERE y por el fuerte malestar por la sanidad que llenó las calles de mareas blancas. Y ahora es el PP el que se enfrenta a una situación muy complicada por el caso de los cribados y por esa supuesta trama corrupta anidada en la Diputación de Almería.Almería es una provincia esencial para el PP. Dirigentes del Partido Popular almeriense llevaban tiempo muy preocupados en la intimidad por el fuerte ascenso de Vox, el mayor peligro que tiene Moreno de cara a su intento de revalidar la mayoría absoluta. La ultraderecha tiene un campo fértil en esa provincia. En las pasadas elecciones generales los de Santiago Abascal superaron el 21% de los votos (nueve puntos más que la media nacional). El caso de corrupción llega en un momento en el que Vox no deja de crecer en los sondeos. Y, además, este escándalo supone gasolina para la ultraderecha, que cultiva en los últimos meses un fuerte discurso contra el bipartidismo y contra los casos de corrupción. Su ascenso en votos es lo que puede llevar a los de Abascal, más que un resurgimiento del PSOE, a romper los esquemas del PP, que hasta hace poco vivía en el pensamiento de que la mayoría absoluta sería eterna. El PP trata de sortear estas horas evitando las declaraciones públicas. Tanto Moreno Bonilla como el líder nacional, Alberto Núñez Feijóo. no quisieron entrar directamente en el caso aludiendo que no conocían los autos y que se habían enterado por teletipos de las detenciones. La dirección del PP andaluz ha suspendido de militancia de manera provisional a Javier Aureliano García. En un comunicado, señalaron: “Esperamos que, tras esta investigación, no exista responsabilidad alguna por parte de estos afiliados, y ponemos de manifiesto el derecho de los mismos a la presunción de inocencia y a la defensa de sus intereses en este procedimiento".Para atajar la crisis, Moreno Bonilla ha puesto de manera interina al frente del PP de Almería a Ramón Fernández-Pacheco, ex alcalde de la ciudad y un hombre de su máxima confianza que está ahora al frente de la Consejería de Agricultura. Forma parte de las personas almerienses más cercanas a él, como Carmen Crespo (eurodiputada) y Pablo Venzal (portavoz adjunto en el Parlamento autonómico). Además, se quiere evitar un derrame de votos que afecte también al Ayuntamiento de la capital, ahora en manos de María del Mar Vázquez, que también sufre una crisis de popularidad por la tardanza en las obras del Paseo de Almería, la principal arteria de la urbe. Almería es esencial en la trayectoria política y personal del presidente andaluz, que suele pasar las vacaciones en esa costa. Además, el presidente y el detenido dirigente del PP pasaban también jornadas lúdicas en la feria de la ciudad en agosto.El hasta ahora presidente de la Diputación es una figura con mucho poder y, sobre todo, es el heredero político de Gabriel Amat, el verdadero hacedor del PP almeriense desde su puesto como alcalde de Roquetas de Mar, la segunda localidad en habitantes y uno de los grandes motores económicos por su fuerza turística. No se mueve todavía ni una hoja entre los populares almerienses sin que dé su visto bueno este veterano dirigente. Él posó sus ojos en García, criado políticamente en Nuevas Generaciones, y al que pasó el testigo de la Diputación en 2019. La oposición andaluza se ha lanzado contra el Partido Popular en este momento de debilidad para Moreno. Desde el PSOE, la vicesecretaria general y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, exigió “explicaciones urgentes” al presidente de la Junta de Andalucía: “Ahora dice no saber nada”. Por su parte , José Ignacio García (Adelante Andalucía) declaró sobre el hasta ahora presidente de la Diputación: "Presuntamente cobraban un 10% de mordida en contratos de emergencia de mascarillas. Quiere decir que cuando estábamos todos en la pandemia pasándolo muy mal, gente perdiendo a familiares, los sanitarios dejándose la salud en sus puestos de trabajo, mucha gente con los negocios cerrados y mucha gente en casa pasando miedo, había gente del PP forrándose".El PP andaluz se enfrenta a sus horas más complicadas desde que se subiera a la mayoría absoluta en las elecciones de 2022. A Moreno Bonilla se le escapa cada día más el sueño de volver a tener mayoría absoluta.