Unos españoles se atreven a llegar al barrio más peligroso de Corea del Sur y cuentan su experiencia: «He visto vender carne de perro»

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A la hora de viajar, la mayoría se queda con la gastronomía, los lugares más conocidos y las costumbres básicas del país. Pero hay quien intenta ir un poco más allá y descubrir esa «cara B» que no suele aparecer en las guías turísticas. ¿Cómo son realmente esos barrios de los que nadie habla? Sobre este tema trata uno de los vídeos más recientes de Alberto RB, un joven español que actualmente está recorriendo Corea del Sur y compartiendo su día a día en TikTok. En la publicación enseña a su audiencia cómo es el barrio chino de Seúl, un lugar que él mismo define como «el más peligroso» de la ciudad. Al comienzo del vídeo, Alberto explica que este barrio no goza precisamente de buena reputación entre los coreanos. «Siempre ha habido un poco de mal rollo entre los coreanos y los chinos», comenta, y añade que en esta zona viven muchas familias mixtas de ambos orígenes. Desde el primer momento avisa de que van a adentrarse en calles que generan cierto respeto y donde, según se dice, podría operar parte de la mafia china en Corea. Además, asegura, que es el único barrio en el que ha visto vender carne de perro «como si fuese pollo». También destaca la presencia abrumadora de carteles en chino y el ambiente general, que describe como «ultraanticuado, de los años 80» . Entre tanta decadencia, sin embargo, señala una excepción llamativa: una cafetería moderna de varias plantas que considera una de las mejores de toda Seúl. Durante el recorrido, Alberto comenta repetidamente la presencia de coches de alta gama que circulan por las calles más estrechas. «Acaba de pasar aquí un Mercedes negro… no te digo nada», afirma en tono medio irónico. Entre bromas, dice que si ese coche se detuviera delante de él, saldría corriendo. «No paro de ver Mercedes y coches muy ricos en un barrio que se supone que es pobre. Estoy casi al 100% seguro de que se trata de la mafia», afirma. También menciona la existencia de locales de masajes «medio turbios» y karaokes «de dudosa procedencia», lo que contribuye a ese ambiente enrarecido que describe. No es, dice, un lugar en el que le gustaría quedarse solo a la una de la mañana. El vídeo termina en la zona del mercado del barrio, un lugar que, según cuenta, le da «muy mal rollo». Está oscuro, las calles son estrechas y en muchos puestos se venden animales que en España no estamos acostumbrados a ver como alimento.