El avance de la conectividad en 2025 pone en evidencia nuevas brechas digitales

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Durante 2025, más de 240 millones de personas se sumaron a la red global, elevando a 6.000 millones el número de usuarios de Internet en el mundo, según el informe Facts and Figures 2025 publicado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Esta cifra representa aproximadamente tres cuartas partes de la población mundial y marca un nuevo hito en la historia de la conectividad digital.Sin embargo, no todo son buenas noticias. A pesar de este crecimiento, 2.200 millones de personas continúan sin conexión, lo que implica que todavía queda un 25% de la humanidad fuera del ecosistema digital. Esta situación subraya que el desafío ya no es solo ampliar la cobertura, sino también garantizar una conectividad significativa y de calidad para todos.Conectividad desigual: velocidad, cobertura y calidadUno de los hallazgos más relevantes del informe es la diferencia en la calidad de la conexión entre países de altos y bajos ingresos. Aunque las tecnologías móviles como 3G y 4G ya alcanzan a gran parte de la población global, la brecha tecnológica se hace evidente con la llegada del 5G, que en 2025 cubre al 55% del planeta.Pero esta cifra esconde fuertes desigualdades. Mientras que en los países de altos ingresos el 84% de la población ya tiene acceso al 5G, en los países de bajos ingresos esta cobertura apenas alcanza al 4%. Esto implica que no basta con estar conectados; lo importante es cómo y con qué calidad se accede a Internet. Un ejemplo claro es el consumo de datos móviles: una persona en un país desarrollado utiliza, en promedio, ocho veces más datos que una en un país con menores ingresos. Esta diferencia refleja no solo la velocidad, sino también las posibilidades reales de aprovechar servicios digitales avanzados como la inteligencia artificial, el video en alta definición o el aprendizaje en línea.Acceso asequible y habilidades digitales: pilares pendientesEl informe de la UIT también subraya que para lograr una conectividad universal significativa, no basta con tener infraestructura. Hace falta que el acceso sea económicamente viable y que los usuarios cuenten con las habilidades necesarias para desenvolverse con autonomía en el entorno digital.A nivel mundial, el precio de los paquetes de datos móviles se ha reducido. Sin embargo, en alrededor del 60% de los países de ingresos bajos y medios, el coste sigue siendo demasiado elevado en relación con el ingreso promedio. Esto significa que muchas personas deben elegir entre conectarse o cubrir otras necesidades básicas.Por otra parte, si bien la mayoría de los usuarios en el mundo tiene competencias digitales básicas, habilidades más avanzadas como la seguridad en línea, la resolución de problemas digitales o la creación de contenidos avanzan a un ritmo mucho más lento. Es como si muchas personas tuvieran bicicleta, pero sin saber aún cómo manejarla con soltura o moverse con seguridad por las calles.Factores que profundizan las brechasLos datos también muestran que la conectividad está profundamente ligada a factores socioeconómicos, de género y geográficos. El informe detalla que el 94% de las personas en países de altos ingresos usan Internet, mientras que en los países de bajos ingresos esta proporción se reduce al 23%. A su vez, el 96% de los desconectados viven en países de ingresos bajos y medios.La desigualdad de género también persiste. Actualmente, el 77% de los hombres están conectados, frente al 71% de las mujeres, una diferencia que se acentúa en determinadas regiones. Las zonas rurales también presentan un retraso importante respecto a las urbanas: el 85% de los habitantes de ciudades acceden a Internet, comparado con el 58% de quienes viven en el campo.Otro dato significativo es el uso entre jóvenes. El 82% de las personas entre 15 y 24 años están conectadas, un porcentaje que supera al del resto de la población (72%), lo que muestra el protagonismo de las nuevas generaciones en la vida digital. Sin embargo, también plantea desafíos en términos de formación, acompañamiento y protección frente a los riesgos en línea.Conectividad con propósito: más allá del accesoEl concepto de conectividad significativa cobra cada vez más fuerza en el debate global. No se trata solo de estar en línea, sino de poder aprovechar el potencial transformador del entorno digital en condiciones de equidad. Esto implica contar con servicios de calidad, precios asequibles y capacidades suficientes para usar la tecnología de forma útil, segura y creativa.Desde la UIT se insiste en que los datos confiables son la base de políticas públicas efectivas. Y que solo con inversiones sostenidas, alianzas estratégicas y enfoque en las zonas más vulnerables será posible cerrar las brechas que hoy limitan el desarrollo digital inclusivo.El crecimiento de la conectividad en 2025 es alentador, pero también nos recuerda que aún queda un largo camino por recorrer para garantizar que nadie quede atrás en esta transformación digital.La noticia El avance de la conectividad en 2025 pone en evidencia nuevas brechas digitales fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.