San Gelasio I, nacido en África y elegido papa en el año 492, gobernó la Iglesia en un tiempo turbulento, marcado por divisiones internas y tensiones con el poder político de Oriente. Su pontificado es recordado sobre todo por dos grandes aportes:Gelasio destacó por afirmar la independencia de la Iglesia frente al poder imperial, estableciendo la célebre distinción entre la autoridad religiosa y la civil. Su visión delimitó con claridad el papel del papa como pastor universal, especialmente en tiempos en que la unidad doctrinal se veía amenazada.Su caridad hacia pobres, enfermos y refugiados fue constante, especialmente en los años difíciles tras la caída del Imperio romano de Occidente.Además, impulsó el desarrollo de la liturgia romana, promoviendo textos y oraciones que posteriormente fueron incorporados al Sacramentario Gelasiano, una de las fuentes más antiguas de la liturgia latina.San Gelasio I murió en el año 496, dejando tras de sí una figura de autoridad moral, inteligencia teológica y cercanía pastoral. Su memoria invita hoy a los fieles a vivir con firmeza la verdad del Evangelio sin dejar de practicar la misericordia cotidiana.Otros santos y beatos conmemorados el 20 de noviembreSan Edmundo, rey y mártir: monarca anglosajón del siglo IX, defensor de su pueblo, muerto por negarse a renunciar a la fe cristiana.San Nersés de Armenia: obispo y mártir armenio del siglo IV, conocido por su dedicación pastoral y su defensa de la fe en tiempos de persecución.San Octavio, Solutor y Adventor: mártires venerados en Turín, soldados del Imperio que ofrecieron su vida por Cristo.Santa María Fortunata Viti: religiosa benedictina italiana del siglo XIX, destacada por su humildad y su intensa vida de oración.Beato Francisco Paleari: sacerdote italiano del siglo XIX-XX, formador de jóvenes y ejemplo de mansedumbre y vida apostólica.Beato Bronislao Markiewicz: sacerdote polaco, fundador y educador, modelo de entrega a la infancia pobre.Otros santos locales: mártires y confesores de los primeros siglos cuyas memorias se conservan en calendarios particulares de iglesias locales y órdenes religiosas.