ContextoLa intención de Donald Trump de redirigir la economía global está siendo de alta efectividad; la cadena global de suministros se está transformando y cambiando la globalización en regionalización.Las causas de estas medidas son claras: los déficits comerciales de bienes y servicios frente a Estados Unidos (aproximado de 171.8 mil millones de dólares con México y 262.200 millones de dólares con China en 2024) y la búsqueda de equilibrio, principalmente entre Norteamérica y Asia; adicionalmente, el cuidado de las fronteras, de la producción nacional y del crecimiento interno, aunque los efectos colaterales aún están en proceso de medición.Ventajas y desventajasPara Estados Unidos, encontramos un absoluto poder de negociación, que permite sumar a México y Canadá, como dependientes de su economía, para fijar estrategias que repercuten globalmente; impulsa la atracción de inversiones, la sustitución de importaciones estratégicas generando la resiliencia de las cadenas globales de suministro, el crecimiento de la recaudación fiscal por ingresos arancelarios y la reducción de amenazas de insuficiencia de insumos básicos por riesgos geopolíticos.Por otro lado, como desventajas, tenemos el aumento de costos que asumen las manufacturas y los trasladan a los consumidores, derivando en la baja de poder adquisitivo, pérdida de determinados insumos globales por costos, impacto en inventarios para los productores, caída en la competitividad para la exportación por los precios y crecimiento de riesgos a la inversión por incertidumbre regulatoria.Para México, además de las desventajas regionales, podemos sumar la inestabilidad de las exportaciones por amenazas arancelarias, incluso en el mismo bloque T-MEC, y la sustitución de insumos chinos en la producción, con un impacto directo en los precios al consumidor.¿Y China?En contrasentido, para China las ventajas también se hacen patentes en la diversificación de mercados, los avances tecnológicos y la sustitución de importaciones para la producción interna, el refuerzo de cadenas de suministro hacia otros países posicionando su marca país y la atracción de proveedores globales; además de que establece nuevos acuerdos y acerca países a su plan de desarrollo económico y cooperación “la Franja y la Ruta”.Por otro lado, las desventajas también se profundizan para el país asiático, como las barreras arancelarias y no arancelarias impuestas, la pérdida de inversiones, reestructuración de sectores como el tecnológico, y la reconfiguración de compras globales.En conclusiónEstamos en la reestructura acelerada de la economía global, y esto genera un impacto. Con esas grandes desventajas, es importante señalar que existe un descontento global generalizado por las medidas tomadas, que se está produciendo un impacto inflacionario aún sin calcular por el alza de precios y, por consiguiente, el descontento de los consumidores, quienes pagan el precio final.Pese a todo esto, las ventajas son mayores, no sólo para Estados Unidos, sino para el bloque de Norteamérica en el mediano y largo plazo, aunque esto profundiza las diferencias entre occidente y oriente y la regionalización que tendrá extensiones a nivel mundial para definir el control de los sectores de mayor importancia para cada país, especialmente las materias primas, minerales críticos, energéticos, alimentos y tecnología, específicamente los semiconductores.El punto central será recordar que los países asiáticos, principalmente China, también están lanzando estrategias tendientes a tejer caminos comerciales alrededor del mundo para crecer y expandirse.Sobre el autor:CEO de AP Global Advisors, Asuntos Públicos y Nearshoring; presidente del Consejo Consultivo Económico del World Integrity and Compliance Forum. Ha sido directivo de empresas transnacionales altamente reguladas, en diversos organismos empresariales y negociador de alto nivel del gobierno mexicano, desde la Secretaría de Relaciones Exteriores.The post Ventajas y desventajas del nuevo orden económico global (III) first appeared on Ovaciones.