Las navidades de 2011 comenzaron con un sabor amargo para los nacidos en los 80. El motivo: una fotografía publicada en Internet, en la que se ve a Richard Dean Anderson acodado sobre un coche, en mitad de la carretera, y con gesto abatido. El coche, con el capó abierto, espera pacientemente una ayuda profesional que su dueño no parece capaz de ofrecerle. El problema es que su propietario, Richard Dean Anderson, no es otro que el manitas por antonomasia, MacGyver. Su serie, disponible en Tivify en España, da prueba de ello.A veces, es mejor no saber nada de tus héroes. Richard Dean Anderson, que cumplirá 76 años el próximo mes de enero, está ya muy lejos del agente mochilero que arreglaba tostadoras y chafaba planes maléficos en los ochenta. La última vez que lo vimos fue, precisamente, interpretando a su personaje más conocido en 2012, en la miniserie Mercedes-Benz: MacGyver and the new Citan. En el horizonte, no hay ningún papel. Parece que Richard Dean Anderson ya se ha despedido de los focos. MacGyver ha colgado definitivamente las herramientas. Ser actor era el plan CRichard Dean Anderson nunca soñó con ponerse ante una cámara para interpretar a un personaje. No obstante, en las fantasías del joven Anderson, las cámaras desempeñarían un papel central en su vida: serían las que lo grabasen mientras introducía un puck tras otro en una portería de hockey. Durante su época como estudiante, ser jugador de hockey fue una posibilidad más que real. En su instituto, todos daban por sentado que llegaría a las grandes ligas. Que podrían contar, al cabo de unas décadas, que ellos jugaron con Richard Dean Anderson. Sin embargo, en una mala caída, Anderson se partió el brazo izquierdo. La aparatosa lesión no fue suficiente para recluirlo bajo las sábanas durante unos días. Con una gruesa escayola que lo doblaba hacia adelante, Anderson saltó a las pistas tres semanas después de romperse el brazo. Minutos después, estaba de nuevo en el suelo. Diagnóstico: brazo derecho partido. Su carrera en el hockey, con la que tanto había soñado, acababa antes de empezar. Antes de sucumbir a la interpretación, Dean Anderson probó suerte en el jazz, pero tampoco esto dio resultado. Así, se matriculó en una escuela de arte dramático, pero la dejó antes de graduarse porque "todo aquello le producía apatía". Le daba igual. Ser actor no iba con el que, apenas diez años después, aparecería en todas las televisiones del mundo.El héroe sin pistolaSu desinterés por el cine y las series era supremo: antes de hacer audiciones, pasó por todos los trabajos imaginables, desde mimo callejero hasta entrenador de cetáceos en un acuario. Por fin, se rindió. Aquella fuente de apatía se le daba extrañamente bien. No tardó en conseguir sus primeros papeles, la mayoría en telefilmes y en series de tercera fila, como la libérrima adaptación de Siete novias para siete hermanos.MacGyver fue su primer (y penúltimo) gran personaje. En principio, a Richard Dean Anderson tampoco le entusiasmó protagonizar una serie de acción. Su interés creció cuando supo que el héroe al que daría vida nunca llevaba pistola. Un Rambo con una navaja suiza por arma era algo por lo que merecía la pena sacrificarse. De esta forma, Dean Anderson fue MacGyver durante siete temporadas (con el personaje comparte cumpleaños y amor por el hockey), entre las que cabe destacar el sexto capítulo de la primera temporada. En él, MacGyver se enfrenta a unos “montañeros vascos” que luchan “contra España y Francia”.'Stargate SG-1'Las lesiones no terminaron en la pista de hielo del instituto. Richard Dean Anderson hacía sus propias escenas de acción, y como secuela conserva varios músculos machacados y una ciática. En 1997, con MacGyver alejándose en el espejo retrovisor, Dean Anderson se puso el uniforme del ejército en Stargate SG-1, secuela de la película protagonizada por Kurt Russell y James Spader. Durante 10 temporadas, Dean Anderson patrulló la galaxia en busca de enemigos y las fuerzas aéreas estadounidenses lo condecoraron por su papel con el título de brigadier honorífico.A partir de aquí, su presencia en la pequeña y en la gran pantalla comienza a escasear: se deja ver en Los Simpson, se rumorea un retorno, en forma de película, de MacGyver que nunca se llevó a cabo, protagoniza anuncios y es invitado a programas de entrevistas… Ya fuera por decisión suya o de los directores de casting, el futuro de Dean Anderson no armonizaba con la interpretación. En 2003, dejó Stargate porque quería pasar más tiempo con su hija. MacGyver, el hombre que lo arreglaba todo, no quería estropear su familia.