Iván Cepeda. Imagen: Prensa del Polo DemocráticoLa más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC) sobre intención de voto para las elecciones presidenciales de 2026 en Colombia no solo revela cifras —como el liderazgo de Iván Cepeda (20,9 %) y la percepción de triunfo (22,7 %)—, sino que también subraya importantes dinámicas internas en los partidos.El experto político, Gabriel Cifuentes, señaló que una diferencia fundamental en la etapa actual de los bloques políticos: “Yo creo que lo que está pasando es normal. La izquierda tuvo también fracturas internas muy profundas, pero después de la consulta lograron sortear las diferencias y ahora que se tiene claridad frente a quién será candidato, así como la conformación de las listas están en una etapa de campaña con menos fricciones internas.”El experto señala que el Pacto Histórico ya superó su fase más aguda de diferencias internas, logrando decantar un liderazgo claro (reflejado en la intención de voto y percepción de triunfo que tienen los encuestados por Iván Cepeda) y avanzar en la conformación de sus listas con menos obstáculos.El sondeo del CNC parece respaldar esta idea, al registrar que un 24,3 % de los encuestados tiene afinidad con el Pacto Histórico.“La derecha está en otro escenario en la medida en que, a diferencia del Pacto, el espectro es amplio y caben muchos movimientos, partidos y sobre todo, muchos más candidatos con posiciones ideológicas diversas.”Cifuentes identifica la amplitud del espectro ideológico como el principal desafío para la derecha, lo que genera una mayor diversidad de candidatos y movimientos. En una eventual consulta interna, Miguel Uribe Londoño lidera con 27 %, pero la dispersión de apoyos (María Fernanda Cabal con 8,8 % y Paloma Valencia con 6,9 %) ilustra la puja que aún debe resolverse.Elecciones en 2026. Foto: Registraduría NacionalLa normalidad de las «pujas internas» con una advertenciaEl experto contextualiza las divisiones actuales dentro de la derecha como parte de un proceso natural de acomodación.“Ahora bien, es normal que, a estas alturas, cuando todavía está abierta la inscripción a las listas al Senado, cuando no se han definido las consultas y cuando los partidos aún no han surtido los procesos internos para decantar a sus candidatos, afloren las pujas internas. La primera pelea que dan los precandidatos es al interior de sus propias facciones o partidos, es un proceso de acomodación normal.”Sin embargo, Cifuentes concluye con una alerta sobre el factor tiempo: “El problema es que el tiempo se agota y no es claro si se lograrán los acuerdos necesarios para no llegar atomizados a unas elecciones donde la izquierda parece estar más organizada.”Por otro lado, el analista político Carlos Arias señala que la izquierda parte con una ventaja al llegar a la contienda con un candidato único. Según explicó, las distintas corrientes “lograron unificarse alrededor de Iván Cepeda, respaldadas por más de dos millones de votos y una postura ahora más mesurada en varios frentes”.El experto señala que varios autores en ciencia política han demostrado que el centro político funciona sobre todo como una posición electoral coyuntural: aparece con fuerza en ciertos momentos, pero tiende a diluirse y a plegarse hacia uno de los dos polos —izquierda o derecha— cuando los candidatos presentan posturas más definidas y el electorado necesita identificaciones claras.“Eso no significa que el centro político, entendido como eje de poder o espacio de equilibrio, desaparezca. Pero, en términos electorales, el centro pierde relevancia cuando sus líderes no plantean posiciones claras y contundentes frente a temas complejos que terminan absorbidos por las propuestas de los candidatos de derecha e izquierda”, añade Arias.“Por esa razón, aunque hoy existan candidatos de centro, si no logran unificarse y si el tiempo sigue avanzando sin definiciones, ocurrirá lo mismo que en la derecha: perderán la posibilidad de participar activamente en el cierre de la campaña presidencial, donde la elección es uninominal y mucho más polarizada. En cambio, en las elecciones de cuerpos colegiados —como las de marzo— el centro suele tener mayor espacio de competencia”, concluye.