Ingenieros de Virginia Tech han logrado retirar hasta un 75 % de la escarcha manipulando los iones internos del hielo. La técnica, llamada deshielo electrostático, aplica electricidad para arrancar cristales sin derretirlos y promete transformar desde bombas de calor hasta aeropuertos. Una solución limpia nacida de la propia física del agua sólida.