El 10 de noviembre del 1897 hubo una inundación en Valencia debido al desbordamiento del río Turia. A consecuencia de esto, quedaron inundados los pueblos del Grao y el Cabañal. «En aquella noche, salieron en un bote el alférez de navío Cardona, el piloto Gallud y los marineros Romaguera y Segrera, teniendo la fortuna de salvar a una porción de personas cuyas viviendas estaban inundadas y amenazando ruina, corriendo verdaderos riesgos, pues era tal la violencia de la corriente que en una de las ocasiones dio la vuelta el bote que tripulaban y sólo pudieron salir después de grandes esfuerzos (…) El 28 de noviembre del presente año se decidía que (…) considerando que la conducta observada(…) fue verdaderamente meritoria, puesto que merced a sus extraordinarios esfuerzos se libraron de perecer entre sus aguas una porción de vecinos de los pueblos inundados, que fueron salvados gracias a la intervención de los mencionados señores (…) procede acordar el ingreso en la Orden de Beneficencia (…), otorgando al Sr. Cardona la Cruz de 2ª clase y a los tres restantes de 3ª». El 14 de octubre del 1957 hubo otra gran inundación en Valencia debido al desbordamiento del mismo río. En esta ocasión, yo, con 13 años, me encontraba viviendo en la Comandancia de Marina y pude observar todas las decisiones tomadas por su comandante para rescatar a las innumerables personas (mayores, pequeños y bebés, incluidos animales domésticos) que llegaron a dicha comandancia, recogidos por unas pequeñas embarcaciones que salían con unos marineros y dos de mis hermanos mayores. Fue muy importante el salvamento de dicho personal, que entraba continuamente en la comandancia, y allí eran atendidos por su personal, incluidas mis dos hermanas mayores, que eran enfermeras. Ante estas dos inundaciones me entra la duda de si el 'cambio climático' llegó a Valencia en 1897 o 1957. No me consta. Miguel Ángel Garat Ojeda . Capitán de Navío (R) La Ertzaintza ha decidido dar a conocer el origen de los detenidos y el revuelo ha sido máximo. Algunos han criticado dicha decisión, afirmando que es discriminatoria o xenófoba, pero lo que ha hecho la Policía autonómica ha sido publicar unos datos objetivos que exponen una realidad; allá cada cual si prefiere que le oculten la verdad o que le informen. Si el 64,2 por ciento de los detenidos son extranjeros en un lugar en el que los extranjeros representan, según el INE, el 14,1 por ciento de la población, es evidente que hay un problema. Ahora bien, podemos hacer como en la canción de Víctor Manuel –«Como los monos de Gibraltar, tapan los ojos para no mirar»– e ignorar el elefante en la habitación o atajar el problema. Nicolás Lipperheide . Bilbao (Vizcaya)