Señor, fuerza y fortaleza mía, mi refugio en el día de la angustia: desde los confines de la tierra vendrán a ti las naciones, y dirán: «Sólo mentira heredaron nuestros antepasados; heredaron lo absurdo, lo que no sirve para nada». Jeremías 16:19 Señor nuestro Dios, venimos a ti agobiados y arrastrados por todo tipo de necesidad y opresión, pero tú traerás luz en cada situación; en tu gran bondad y fidelidad nos seguirás ayudando; venimos a ti porque eres nuestra ayuda. Queremos recibir fortaleza de tu Palabra, para que podamos permanecer firmes en estos tiempos, esperando por tu ayuda, y encontrando certeza y alegría en nuestra esperanza. Porque tu reino viene y tu voluntad se está realizando en la tierra como en el cielo. Amén. Artículos recientes de Plough Marilyn R. Gardner A quien mucho se le da El hecho de haber sido acogida cuando era forastera me ha enseñado a abrir mi propia casa y a compartir mi abundancia. Leer Brian Volck La guerra de las vacunas Un pediatra busca tierra común entre los padres escépticos a la vacunación y aquellos que buscan prevenir brotes de enfermedades mortales. Leer