Presidente colombiano, Gustavo Petro (izq), y gerente del BanRep, Leonardo Villar (der).Fotos: Presidencia y Banco de la República.El presidente Gustavo Petro ha señalado en varias ocasiones que la negativa de algunos miembros de la Junta Directiva del Banco de la República a bajas las tasas de interés tienen efectos en el crecimiento económico, pero también en el hecho de que gran parte del presupuesto deba destinarse al pago de deuda pública.El Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) estimó que este año, el Gobierno destinará el 4,7 % del PIB al pago de intereses de deuda. El Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) ha señalado que este costo se ha venido incrementando y que la única manera de reducir estructuralmente la carga de intereses es a través de señales (y decisiones) de corrección del desbalance fiscal.De los $525,9 billones del presupuesto del Gobierno para este año, $112,6 billones se deben destinar al pago de deuda, de los cuales ya se han pagado $79,9 billones a octubre. Más de la mitad de los recursos asignados a deuda en la apropiación de 2025 corresponden a intereses ($59,2 billones).En una publicación de su blog, el Banco de la República negó que el aumento de las tasas de interés de los bonos públicos (TES), que se viene presentando desde comienzos de 2024, se deba a que la tasa de interés de intervención haya dejado de bajar y se mantenga en 9,25 % desde abril, sino que corresponde al hecho de que los inversionistas exigen una compensación adicional “para cubrir los riesgos asociados a la situación de las finanzas públicas”.El banco central fue enfático en que la divergencia entre las tasas no obedece a la política monetaria, sino a la creciente percepción de riesgo soberano impulsada por el deterioro de las finanzas del Estado.Mientras la autoridad monetaria inició un ciclo de recortes agresivos en su tasa de intervención desde finales de 2023, el cual actualmente está suspendido por el repunte de la inflación y otros factores, las tasas de interés de los Bonos de Tesorería(TES) a largo plazo, que reflejan el costo de endeudamiento del Gobierno, han seguido una tendencia opuesta, encareciendo la deuda pública.Fuente: BanRep.La paradoja del mercadoLa Junta Directiva del Banrep recortó su tasa de política monetaria en aproximadamente cuatro puntos porcentuales desde comienzos de 2024, pasando de un pico de 13,25 % a 9,25 %. En condiciones normales, esta disminución debería trasladarse, al menos parcialmente, a las tasas de interés de los bonos públicos a distintos plazos.Sin embargo, el informe destaca que la tasa de los bonos públicos a 10 años, una referencia clave, ha aumentado en cerca de dos puntos porcentuales durante el mismo periodo, un comportamiento «contrastante» que desafía la lógica de la política monetaria.Recomendado: Pulso entre Gobierno y BanRep: ¿Qué tan alta es la tasa de interés real en Colombia?Para comprender esta dinámica, el Banrep descompone la tasa de interés de los bonos públicos en dos componentes esenciales:En primer lugar, la tasa de interés libre de riesgo, asociada a la tasa de intervención del banco central (actual y esperada a futuro), la cual está directamente ligada a las expectativas de inflación. En segundo lugar, la compensación adicional o prima de riesgo que los inversionistas exigen por asumir el riesgo inherente a la deuda pública a largo plazo, el cual depende directamente de la solidez fiscal del Gobierno.El análisis concluye que ni la tasa de intervención observada (que disminuyó) ni las expectativas de la tasa futura (que se mantuvieron relativamente estables) pueden explicar el alza.«El aumento en la tasa de interés de los bonos públicos refleja entonces el componente de compensación por los riesgos que conlleva la deuda pública. En otras palabras, la compensación exigida por los inversionistas para cubrir el riesgo de la deuda ha aumentado en línea con el deterioro de las finanzas públicas que se recoge aquí a través del indicador de deuda del Gobierno/PIB,» señala la publicación.Fuente: BanRep.El indicador que preocupa a los inversionistasA medida que la deuda pública y el déficit fiscal suben y alcanzan niveles percibidos como altos, los inversionistas entienden que las finanzas del Gobierno se deterioran. Esta percepción de mayor probabilidad de riesgo (incumplimiento o cambios inesperados en las condiciones) lleva a los compradores de TES a exigir una mayor rentabilidad para compensar la exposición.En síntesis, la flexibilización de la política monetaria del Banco de la República ha sido neutralizada en el mercado de bonos por el factor fiscal. La principal implicación de este fenómeno es que, a pesar de los recortes de tasas del Banco de la República, el costo de endeudamiento a largo plazo del Gobierno se ha incrementado.Esto ha llevado a los analistas a advertir que la política fiscal expansiva y el aumento de la deuda están enviando una señal de alarma a los mercados, contrarrestando el esfuerzo de la política monetaria por estimular la economía y poniendo de relieve la urgencia de medidas que fortalezcan la percepción de solidez fiscal en el mediano y largo plazo.