La renovación de la flota de autobuses urbanos de Jerez ha despertado una notable expectación entre los vecinos, pero pocos han vivido este proceso con tanta ilusión como Óliver, un niño jerezano de 9 años que, casi sin proponérselo, se ha convertido en el primer visitante infantil "oficial" de los nuevos vehículos que han entrado ya en servicio.El pequeño, que vive con su familia en la calle Arcos, es una auténtica eminencia doméstica en materia de transporte urbano. Su madre, Natacha, explica divertida que conoce al detalle la historia de los modelos que han circulado por la ciudad: "La marca, el motor, los sonidos que hace cada uno, los años que lleva en servicio… incluso controla cuántos vehículos hay en ruta y de qué ciudades proceden los autobuses prestados o de segunda mano". Su afición, asegura, ocupa buena parte de sus conversaciones diarias y de sus dibujos.El pequeño jerezano, sentado en el asiento del conductor.Después de insistir durante días, Oliver logró la semana pasada cumplir un sueño que llevaba tiempo persiguiendo: visitar la cochera municipal para ver de cerca los nuevos autobuses antes de su presentación oficial. Llegó temprano, con una mezcla de nervios y entusiasmo, y el personal de las cocheras accedió a enseñarle los vehículos por dentro y por fuera, explicándole detalles técnicos y respondiendo a sus preguntas. Para él, fue como entrar en un parque temático. La escena no pasó desapercibida entre quienes presenciaron su visita. Entre fotos, comentarios y sonrisas, Oliver se convirtió en un ejemplo espontáneo del interés ciudadano que está despertando la llegada de los nuevos autobuses. Su madre lo resume con humor: "Seguro que es el primer niño que los ha visto y en el que se ha montado, y con esa afición tan llamativa, aún más".Una petición muy especialPese a su devoción por los vehículos municipales, Oliver no sueña con ser conductor. Su objetivo va más lejos: quiere dedicarse a diseñar autobuses urbanos y crear nuevos modelos. Aunque su familia no suele usar el transporte público, él les convence en ocasiones para subirse: "Por su cumpleaños lo que quiere es que todos nos montemos en el circular", cuenta su madre entre risas.Óliver quiere ser de mayor diseñador de autobuses urbanos.Durante la visita, el niño pudo conocer que los nuevos autobuses son híbridos y más pequeños que algunos de los actuales. Al preguntarle si le habían gustado, respondió tímidamente que sí, aunque señaló un detalle: "Les falta que no suenen nada, pero suenan un poquito". El entusiasmo de Óliver se ha convertido en uno de los primeros retratos humanos de la llegada de la nueva flota, un cambio que muchos jerezanos esperan desde hace tiempo y que él, probablemente, recordará como el inicio de una vocación temprana.