Ucrania será el primer país en pasar la factura climática de una guerra: reclama 43.000 millones a Rusia

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Bosques incendiados, ciudades e infraestructuras destruidas, tanques y aviones desplazados... El daño ambiental de la guerra de Ucrania va en aumento y ya ha generado el equivalente a las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de Austria, Bélgica e Irlanda juntos. Ahora Ucrania ha anunciado en la Cumbre del Clima de Brasil que reclamará Rusia el coste de los daños climáticos generados hasta ahora, unos 43.000 millones de dólares . Será el primer país en pasar la factura climática de un conflicto bélico. «El daño climático forma parte innegablemente de esta devastación», ha dicho en un acto en la COP30 el viceministro ucraniano de Economía, Medio Ambiente y Agricultura, Pavlo Kartashov. «En Ucrania sufrimos la brutalidad directamente, pero las repercusiones climáticas de esta agresión se sentirán mucho más allá de nuestras fronteras y en el futuro. La naturaleza no conoce fronteras». La reclamación se presentará oficialmente en 2026 y será por el coste de los 237 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) generadas los últimos tres años, según el cálculo de Initiative on Greenhouse Gas Accounting of War (IGGAW) que sirve de base a Ucrania. Las autoridades utilizarán el registro de daños habilitado gracias a la resolución de la Asamblea General de la ONU de 2022 que obliga a Rusia a indemnizar a Ucrania por la invasión. «Una vez presentada, (la reclamación) convertirá a Ucrania en el primer país en responsabilizar a otro Estado por las emisiones climáticas derivadas de la guerra», ha dicho Lennard de Klerk, autor principal del informe. El país tiene el respaldo, además, de un reciente dictamen de la Corte Internacional de Justicia que establece que los daños medioambientales deben ser reparados o compensados por los países que los causen. La mayoría de las emisiones de los gases de efecto invernadero de la guerra proceden del combustible fósil utilizado por t anques y aviones de combate, que son grandes consumidores de diésel y queroseno. Le siguen los incendios forestales , en especial en las líneas del frente o cerca de ellas, donde la sequía y la imposibilidad de enviar bomberos han hecho que el fuego se propague sin control. «El año 2024 se destaca como un preocupante ejemplo del ciclo de destrucción en el que el cambio climático y el conflicto armado se refuerzan mutuamente, acelerando el calentamiento global», dice el informe de la IGGAW. La intensificación de los ataques contra los depósitos y refinerías de petróleo ucranianas, que provocan importantes fugas de gases de efecto invernadero, o la interrupción del tráfico aéreo sobre Ucrania que obliga a la aviación civil a importantes rodeos también suman al balance final. Por su parte, Ucrania se compromete a utilizar la compensación económica para minimizar los daños climáticos futuros . Una parte de la compensación financiará la adaptación climática en Ucrania, con infraestructuras bajas en carbono, la restauración de la productividad de la tierras, la reforestación de los bosques devastados por la guerra y la transformación de las ciudades para que sean climáticamente neutras.