El Renault Avantime nació como un experimento adelantado a su tiempo y murió como un fracaso monumental. Pero las paradojas de la industria tienen estas vueltas: ahora que cumple 25 años, una ley estadounidense nacida de una vieja batalla con Mercedes permitirá importarlo sin restricciones. El coche que Europa rechazó podría convertirse en un futuro clásico americano.