Pedro Pacheco, alcalde de Jerez durante el período 1979-2003, tiene muy claro que la antigüedad (y la costumbre y la tradición) es fundamental a la hora de determinar la ubicación de las casetas de la Feria del Caballo (y de todas las ferias y encuentros similares que se celebran en toda España, claro está). Pacheco –que hay que recordar que, de formación, es licenciado en Derecho y fue abogado de la Caja de Ahorros de Jerez– entiende que la adjudicación de las casetas vendría a ser una concesión 'singular' (ese es el término concreto que utilizó) de un dominio público, por lo que estima que el gobierno municipal cometió una irregularidad en la elaboración del plano de la Feria 2025 y que volvería a hacerlo en los próximos meses si no toma como modelo el plano de la edición 2024, tal y como ha dado a entender la propia alcaldesa Pelayo.¿Y por qué estaría interesado Pedro Pacheco en opinar públicamente sobre este tema? Hay que recordar, en primer lugar, que continúa siguiendo de cerca la actualidad municipal, pero sobre todo porque en su día (marzo) asesoró a los caseteros que se mostraron más disconformes con el plano de la Feria de este año, que presentó distintos cambios de ubicación a sitios considerados peores –con el consiguiente perjuicio económico– que nunca fueron suficientemente justificados por el gobierno municipal. De aquella reunión surgió una plataforma de la que forman parte cerca de veinte casetas. Esta plataforma ha mantenido durante varios meses un tono bajo –buena parte de estos caseteros a su vez están en la nueva asociación Caseteros de la Feria de Jerez (Cafeje), que es la que está ejerciendo la interlocución con el Ayuntamiento– y solo dio muestras de que sigue existiendo hace cosa de un mes, después de que se diera a conocer la sentencia favorable a la demanda de IU (PCE) contra el cambio de ubicación de su caseta Los Andaluces, una vez que el Ayuntamiento decidiera allanarse en la demanda.Tribunal SupremoEl exalcalde recordó la validez a día de hoy del "uso consuetudinario" que deben respetar y cumplir "este y todos los Ayuntamientos", a la vez que afirmó que así lo avala el Tribunal Supremo. En este sentido, se refirió a la sentencia del propio Alto Tribunal que obligó a devolver una caseta tradicional de la Feria de Abril a sus antiguos propietarios, después de siquiera admitir el recurso de casación presentado por el Ayuntamiento de Sevilla. Pacheco recordó que él mismo, siendo alcalde, en la reforma de la Feria (y del parque Gonzalez Hontoria) que hizo a mediados de los 80 tuvo que tener muy presente el tema del espacio e incluso, según sus palabras, la condonación del pago de tasas para compensar la desaparición de estructuras fijas que tenían varias casetas.Claro... el problema surgido en la Feria de Jerez está muy lejos, a día de hoy, de un proceso que acabe con un resolución del Supremo. Pacheco entiende, no obstante, que esta sentencia crea jurisprudencia al respecto e incluso encaja perfectamente en su concepción de que la antigüedad, la costumbre y la tradición deben marcar las actuaciones que se lleven a cabo desde el ámbito municipal en la Feria. En cualquier caso, se puede argumentar que este tema no se ciñe exactamente a lo que ocurre en Jerez, que no es lo mismo la pérdida de una caseta (Sevilla), que el sitio que se ha ocupado durante años en Jerez, sobre todo si de lo que hablamos es dejar paso a casetas debutantes en el Real. En este sentido, Pacheco no perdió oportunidad para atacar al gobierno municipal y decir que debe respetar a los desplazados a los que "ha perjudicado en favor de sus amiguetes aristócratas y fundaciones fantasmales", tal y como define satíricamente a las casetas favorecidas."Estos pollos sin cabeza –término que ya ha utilizado en varias ocasiones para referirse al gobierno de Pelayo– están intentando echar balones fuera por el error cometido... ni los caseteros 'tradicionales' ni 'los nuevos' tienen que andar agradeciendo nada al gobierno municipal (que se haya reunido con ellos), que está obligado a hacerlo", concluyó, dando a entender que tampoco comparte la postura de 'tono bajo' de los caseteros después de todo lo que ha ocurrido.