Vídeo: las lluvias torrenciales convierten en ríos las calles de la ciudad de Zakho, en el norte de Irak

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Un episodio de lluvias extremas ha desatado inundaciones repentinas en esta ciudad iraquí, situada cerca de la frontera con Turquía. La fuerza del agua arrastró vehículos, dañó seriamente viviendas y comercios, y dejó barrios enteros completamente anegados. La ciudad de Zakho, situada en la provincia de Duhok, cerca de la frontera turca y dentro de la región autónoma del Kurdistán, ha vivido uno de los episodios meteorológicos más violentos de los últimos años. Las lluvias torrenciales que cayeron recientemente sobre esta localidad de 350.000 habitantes, convirtieron sus calles en verdaderos ríos que arrastraron vehículos, destruyeron estructuras y dejaron a cientos de familias en una situación crítica. Las impactantes escenas captadas en vídeo muestran coches empujados como si fueran de juguete, viviendas debilitadas por la presión del agua y vecinos luchando por mantener a salvo sus pertenencias mientras las corrientes penetran en sus hogares. Calles convertidas en violentos ríosEl fenómeno provocó inundaciones repentinas, conocidas como flash floods, que sorprendieron a muchos residentes sin tiempo de reacción. En varios barrios, el agua superó rápidamente el nivel de las ventanas, obligando a los vecinos a refugiarse en los pisos superiores. #InternacionalesTGW | Lluvias torrenciales provocaron inundaciones en Zakho, Kurdistan, Iraq. pic.twitter.com/O3C6ejJmdN— Radio TGWTV (@RadioTGWTV) November 17, 2025Las autoridades locales informaron de cuantiosos daños en viviendas, comercios y vehículos, además del colapso parcial de diversas estructuras afectadas por la fuerza del agua.Afortunadamente, no se produjeron víctimas mortales gracias al rápido despliegue de los servicios de emergencia y protección civil de Zakho, que consiguieron rescatar a las personas en riesgo. El hecho de que el río Pequeño Jabur, un afluente del Tigris que divide la ciudad en dos, no llegara a desbordarse, contribuyó a minimizar los daños. Artículo relacionadoUn meteorólogo italiano: "la última tormenta solar podría ayudar a debilitar el vórtice polar antes de Navidad"Aún así, el Primer Ministro de la región del Kurdistán, Masrour Barzani, declaró un día no laborable para facilitar las operaciones de emergencia y evitar desplazamientos a la ciudadanía. Un patrón meteorológico cada vez más marcadoEste episodio no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia preocupante que afecta a todo Oriente Medio: el incremento de precipitaciones extremas vinculadas al cambio climático. Puente Delal, de origen romano, sobre el Pequeño Jabur, afluente del Tigris, en Zakho. Aunque Irak es conocido tradicionalmente por su clima árido, los científicos llevan años alertando de un patrón cada vez más marcado: largas sequías interrumpidas por tormentas breves pero muy intensas, capaces de descargar enormes cantidades de agua en poco tiempo.El calentamiento global ha aumentado la capacidad de la atmósfera para retener humedad, lo que favorece episodios convectivos más explosivos. Cuando estas masas de aire cargadas de humedad chocan con el relieve montañoso del Kurdistán, como ocurre en Zakho, se produce un efecto orográfico que potencia aún más las precipitaciones. En consecuencia, áreas relativamente pequeñas pueden recibir cantidades de lluvia excepcionales en cuestión de horas.La acción del hombre, clave en el incremento de dañosA este componente natural se suma un factor humano decisivo: la urbanización acelerada y la falta de sistemas de drenaje adecuados. El suelo impermeabilizado de Zakho —como ocurre en muchas ciudades en crecimiento— dificulta la absorción del agua, forzándola a circular en superficie con gran velocidad, lo que aumenta el riesgo de inundaciones repentinas.Lluvias abundantes se abatieron hoy sobre Mosul y Zakho, en Irak... Se reportan seis víctimas. pic.twitter.com/AldpKInmhY— RedClimáticaMundial (@Alerta_Noticias) March 19, 2020Los expertos advierten que, si no se toman medidas estructurales urgentes, episodios como el reciente podrían volverse más frecuentes e incluso más violentos. Por eso, entre las recomendaciones destacan la ampliación de la red de drenaje, la creación de zonas de absorción urbana, el refuerzo de las edificaciones vulnerables y la implantación de sistemas de alerta temprana capaces de avisar a la población con antelación.