Fernando Vaquero: "Ser cartelista en Sevilla se está convirtiendo en una actividad de alto riesgo"

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El pintor sevillano que ha firmado el cartel anunciador de la próxima Cabalgata de Reyes Magos -un encargo del Ateneo que él ha querido hacer de balde “como un regalo a la ciudad”- lleva dos días sufriendo “un acoso” que no se limita a las redes sociales, sino que incluye “insultos y amenazas que estoy recibiendo telefónicamente y hasta de madrugada”, según ha confesado públicamente Fernando Vaquero, el artista responsable de los carteles de las otras grandes fiestas de la ciudad en años anteriores, como fueron el de la Semana Santa que le encargó el Consejo de Hermandades y Cofradías de la capital hispalense en 2019 o el cartel de las Fiestas de Primavera que le confió el Ayuntamiento al año siguiente.Y todo por una camiseta del Real Betis Balompié que cuelga del picaporte de una puerta en el conjunto de la obra, que representa ese instante absolutamente mágico en el que un niño corre por el pasillo de su casa, en pijama, la mañana de la ilusión por antonomasia. El pequeño se dirige de la oscuridad del primer plano a la luz del fondo, pasando por el quicio de una puerta abierta en la que se ve una bolsa de caramelos de la noche anterior, hasta que parece entrar en un salón donde lo esperan otros familiares felices y rodeados de regalos, con un árbol de Navidad y un hábito de nazareno de la Macarena. Nadie ha comentado nada de ese juego de luces y sombras, ni de la técnica pictórica empleada para conseguir la vaporosa sensación de los sueños, ni de los símbolos de la infancia, la ilusión o la propia Sevilla, ni del detalle de Pepa Pig o de que la bolsa de caramelos es del Ateneo de Sevilla. Todo la atención parece haberla merecido, y para mal, la camiseta de uno de los equipos de fútbol de la ciudad.“He decidido no hacer más declaraciones a ningún medio ni responder a ningún comentario en redes”, ha dicho el pintor, que no se cree aún la absurda polémica suscitada en buena parte de la ciudad cuando “en ningún momento he pretendido excluir a nadie ni dividir a nadie en esta obra”, afirma, “sino que lo que he querido ha sido plasmar cómo los niños en sus cartas de Reyes piden, entre otras cosas, camisetas de fútbol y, para representar esta idea, he recurrido a un recuerdo de mi infancia en el que me regalaron precisamente una camiseta del Betis”."Un regalo sincero a mi ciudad"Infancia propia, recuerdo personal, representación artística, fútbol como símbolo, regalo concreto en la memoria del autor. En definitiva, los ingredientes que ha utilizado este artista concreto para plasmar su visión de una fiesta “que es la  más mágica de todas y que no debería estar manchada de nada y menos de una perversión que no existe en el cuadro”, le ha insistido a lavozdelsur.es. “Lo hice como un regalo sincero a mi ciudad, un gesto de cariño que, por desgracia, algunas personas han querido interpretar como un regalo envenenado”.Esas personas son solamente las que han decidido atacar al autor personalmente, seguramente porque creen más importantes sus propios juicios u opiniones –ideológicas, de gusto, sin que medie criterio artístico alguno- que el hecho de que un artista local haya decidido regalarle a todos los sevillanos su propia mirada de la infancia remota en forma de obra de arte.Vaquero es consciente de la deriva que está tomando este tipo de polémicas en la capital hispalense, y ha recibido la llamada y la empatía de Salustiano García, el autor del cartel de la Semana Santa sevillana de 2024 que pasó por un calvario similar porque determinadas hordas de supuestos entendidos decidieron crucificar a aquel Cristo suyo, tan resucitado, bello y anunciador. “Está claro que ser cartelista en esta ciudad se está convirtiendo en una actividad de alto riesgo”, ha dicho a lavozdelsur.es.Cartel de la cabalgata de Reyes Magos 2026 del Ateneo de Sevilla.Ataques incluso a su esposa“Yo entiendo que una obra pueda ser criticada, y eso va en el cargo, pero lo que estoy sufriendo va mucho más allá: el ciberacoso agresivo, desproporcionado e intencionado de algunas personas está totalmente fuera de lugar”, ha sentenciado este pintor nacido en el barrio de La Macarena y que toda su vida ha vivido en la ciudad, hasta que se casó y se fue a Dos Hermanas, que come de su trabajo y que no puede concebir los ataques que está recibiendo “incluso mi mujer, que nada tiene que ver con todo esto”.“Mi padre tiene 87 años y está enfermo y cuando recibo una llamada a las dos de la madrugada, pienso lo peor, pero no que me va a llamar un tipo para insultarme porque no le gusta algo de mi cartel”, confiesa. “Y no una sola llamada”, insiste, “sino veinte, treinta llamadas, e insultos como no pueden imaginarse, y amenazas muy graves. Me han llamado de todo”."Me he tenido que acordar de Sandra, la chica que se suicidó"El nivel de acoso ha sido tal en estas últimas horas, que el pintor ha pensado “que si esto le pasa a una persona más débil mentalmente o más joven, termina hundiéndose”. “¿Y sabes de quién me he tenido que acordar?”, dice, sorprendido y dolorido. “De Sandra, la chica que ha sufrido tanto acoso en su colegio que terminó suicidándose”. Menos mal, reconoce él mismo, “que yo ya sobrepaso los cincuenta años y estas cosas no me afectan hasta ese punto”. Menos mal.Menos mal que esta falta de pedagogía sobre la importancia de la libertad artística no termina de hundir a sus artistas. Menos mal que esta falsa democratización de la cobarde capacidad de insultar desde el anonimato no termina de desanimarlos. Menos mal que esta absurda soberbia en la recepción de una propuesta artística no es generalizada aunque sean los menos interesados en los valores artísticos los que hagan más ruido."La mirada limpia de los niños"Fernando Vaquero, el autor de tantos carteles tan distintos de tantas fiestas de nuestra tierra –desde el del Corpus Christi de Sevilla en 2016 hasta el de la Semana Santa cordobesa en 2020, pasando por el de la Solemne Venida de Nuestra Señora del Rocío a Almonte y el Rocío Chico en 2019- asegura que al Ateneo le encantó la obra desde el primer momento porque “entendió a la perfección la intención del mensaje que yo quería transmitir” y que “me ha apoyado en todo momento y sin problemas”.“Yo no soy una persona muy futbolera”, confiesa, “pero es verdad que recuerdo, de pequeño, en el recreo, posicionarme con el Betis cuando jugábamos al fútbol en el patio”. Y esa ha sido la razón personal y respetable de que en el recuerdo infantil plasmado en el cartel aparezca la camiseta del equipo de Heliópolis. “Estoy seguro de que si un niño ve el cartel, con su mirada limpia, lo único que puede pensar, si no es del Betis, es que, si al niño del cartel le han traído los Reyes Magos esa camiseta, a él le pueden traer la que pida. Simplemente eso”, explica Vaquero, bastante dolido por el hecho de que “haya niños a los que determinados adultos ya le hayan tenido que ensuciar la mirada”.Tres meses de trabajoLa obra que Vaquero le ha regalado a su ciudad sin cobrar un euro ha precisado de “tres meses de intenso trabajo e ilusión” después de “analizar los 50 carteles anteriores para no repetir la idea”, insiste él. En efecto, esa imagen de la carrera del chiquillo por el pasillo no se había explotado nunca, “y eso que la hemos vivido todos de pequeños”, señala, “y por eso me pareció una idea muy original para el cartel de este año”.Frente a la cascada de insultos que ha sufrido, el artista se ha acordado de que “ahora que contamos con la Inteligencia Artificial, debería articularse algún mecanismo para cortar este tipo de comentarios en redes que consiste exclusivamente en el insulto”.Más deportividad en el mundo cofradeAunque en el cartel también se ve un traje de nazareno de la Virgen de la Macarena, “porque me pareció un guiño con todo lo que ha pasado últimamente con su imagen”, sostiene Vaquero, la polémica la ha suscitado especialmente la camiseta del Betis. Podía haberse suscitado igualmente en torno al mundo cofrade porque salga una Virgen tan popular de Sevilla y no otra, pero “se ve que entre los cofrades hay más deportividad que en el propio deporte”, reflexiona el pintor. La magia de su cuadro, en cualquier caso, no ha hecho sino empezar a expandirse antes de que llegue el tiempo del Adviento, y el cartel estará presente en todos los actos organizados por el Ateneo.