Olivia tiene 12 años. Sabe que su mundo no va bien, que su madre, una aspirante a actriz llamada Ingrid, no logra ganar dinero, y que ya le quedan pocos trucos para engañar a su hermano pequeño, Tim, para que no descubra que van a perder su casa. Esa niña que esconde su propio miedo ante su familia es la protagonista de Olivia y el terremoto invisible, de Irene Iborra (Alicante, 49 años), la película de animación que ha logrado este martes dos candidaturas al cine europeo —en las que también han entrado Sirât y Tardes de soledad—, en las categorías de mejor película y mejor película de animación, que se entregarán el 17 de enero de 2026 en Berlín. El filme llega este viernes 21 a las salas españolas tras estrenarse en el festival de Annecy, la meca de la animación.Seguir leyendo