Cada vez más padres están recurriendo a ChatGPT para resolver dudas sobre el comportamiento, la salud y el bienestar de sus hijos. Lo que hace un par de años parecía una curiosidad tecnológica se está convirtiendo en una tendencia que preocupa y mucho: sustituir al pediatra por un chatbot. Y eso, según los expertos, puede acabar generando más problemas que soluciones.El medio que compartió este reporte, USA Today, recoge que muchos padres ya no solo preguntan por síntomas o tratamientos, sino que utilizan la herramienta para entretener a sus hijos, crear historias personalizadas o incluso mantener largas conversaciones con ellos. Todo esto sin filtros, sin supervisión profesional y sin una compresión cara de los límites de este tipo de sistemas.Una confianza ciega que va demasiado lejosLos pediatras piden calma: “Es una herramienta, no un médico”La privacidad, el otro gran riesgoUna confianza ciega que va demasiado lejosEl fenómeno no es nuevo, pero sí cada vez más intenso. Un estudio de 2024 concluyó que muchos padres confían más en ChatGPT que en profesionales sanitarios reales, y consideran su información como “fiable”, algo que también se ha visto en el uso de la IA en la salud mental.Ese salto de fe es lo que preocupa a médicos y psicólogos, porque deja a los niños expuestos a errores, respuestas inventadas y recomendaciones peligrosas. Vamos… que la IA está sustituyendo a los psicólogos es un hecho, pero la realidad es que esto es un problema enorme.La herramienta, por su propia naturaleza, tiende a ser complaciente y a veces fabrica información que suena segura aunque no lo sea. Esa mezcla de convicción y errores ha contribuido a episodios graves, incluyendo problemas de salud mental asociados al uso solitario e intensivo de los chats de IA, especialmente en adolescentes vulnerables.Los pediatras piden calma: “Es una herramienta, no un médico”Los especialistas consultados recuerdan que la edad de los niños expuestos a estas respuestas está bajando. En 2023, un 30% de padres de niños en edad escolar ya usaba ChatGPT. Hoy, ese porcentaje es sin dudas mayor.Para el doctor Michael Glazier, jefe médico de Bluebird Kids Health, el mensaje es claro: si los padres quieren usar la IA, que lo hagan con un sentido crítico. “Es una herramienta increíble y está cada vez más presente”, explica, “pero no debe sustituir al pensamiento crítico ni al asesoramiento profesional”.A su juicio, la única forma segura de usar modelos de IA en temas de salud infantil es como punto de partida, nunca como referencia final. Los diagnósticos, tratamientos y decisiones delicadas deben seguir en manos de profesionales de la salud.La privacidad, el otro gran riesgoLos expertos también advierten de algo que suele pasarse por alto: la privacidad. Muchos padres introducen en ChatGPT datos sensibles sobre enfermedades, rutinas o situaciones personales de sus hijos sin pensar en las implicaciones. Esa información no solo queda en manos de empresas tecnológicas, sino que podría ser objetivo de ciberataques.El mensaje, en resumen, es bastante claro: ChatGPT puede ayudar, pero no debe reemplazar a un pediatra. Y cualquier consejo que “salga de la boca” de una IA debería tomarse, como mínimo, “con pinzas”. ¿Que la tecnología es útil? Sin duda. ¿Que debe criar o diagnosticar a nuestros hijos? Eso ya es otro asunto.El artículo Adiós a los pediatras: la peligrosa 'moda' de los padres de consultar a ChatGPT sobre la salud de sus hijos fue publicado originalmente en Andro4all.