La Audiencia de Sevilla ha cerrado un caso de violencia machista muy sonado en Sevilla con una sentencia fruto de un acuerdo que evita el juicio con jurado popular. El tribunal ha impuesto doce años de prisión a Manuel Q. S., ex conductor de Tussam, por el asesinato de su esposa en el domicilio familiar del barrio de Pino Montano. La víctima había superado recientemente un cáncer y presentaba secuelas que afectaban a su movilidad y visión. El fallo recoge que el acusado actuó en un episodio de alteración psíquica breve y aguda que redujo de forma transitoria su capacidad para comprender la ilicitud de sus actos.Según la información adelantada por Diario de Sevilla, la sentencia, firmada el 29 de octubre por la magistrada presidenta del Tribunal del Jurado, Mercedes Alaya, detalla que el matrimonio, casado desde 1990 y con dos hijos adultos, tenía previsto mudarse a Cantillana tras vender su piso en verano. El acusado, de 59 años y sin antecedentes, comenzó a experimentar angustia, tristeza y arrepentimiento por el inminente cambio de residencia. Ese estado emocional habría derivado en la crisis que, según el relato judicial, desembocó en el crimen.Los hechos probados describen que la víctima, de 58 años, mantenía autonomía pese a sus problemas de salud, pero utilizaba un respirador durante la noche. Aun así, el acusado llegó a considerar que ella era totalmente dependiente y que no podría valerse por sí misma. En ese contexto, tomó la decisión de acabar con su vida y, de forma paralela, poner fin también a la de su esposa, convencido de que ella no podría continuar sin él.La agresión tuvo lugar en la madrugada del 28 de agosto. El condenado esperó a que su mujer estuviera dormida, se dirigió a la cocina para coger un cuchillo de grandes dimensiones y regresó al dormitorio, donde se colocó unos guantes de piel. Aprovechando que la víctima descansaba boca arriba y conectada al respirador, la atacó por la espalda con una única puñalada a la altura del omóplato izquierdo. La lesión seccionó por completo la aorta torácica y provocó un shock hipovolémico que causó su muerte casi inmediata.Un intento de suicidioTras el homicidio, el acusado intentó suicidarse con cortes en el cuello y las muñecas y llegó a perder el conocimiento. Después limpió el arma blanca, se metió en la bañera y posteriormente se tumbó junto al cuerpo de la víctima. A primera hora de la mañana llamó a su hijo para avisarle de lo ocurrido. Fue detenido ese mismo día y desde el 30 de agosto permanece en prisión preventiva.El acusado reconoció los hechos ante la Policía y la autoridad judicial y consignó 60.000 euros para indemnizar a sus hijos antes de la vista de conformidad, lo que permitió aplicar las atenuantes de confesión muy cualificada y reparación del daño. La fiscalía había solicitado inicialmente 22 años de prisión, pero el acuerdo entre las partes redujo la pena hasta los doce años finalmente impuestos por la Audiencia.