El tomate es la estrella de la huerta de Conil. En torno al 50% de la producción de los 600 socios de la Cooperativa Nuestra Señora de Las Virtudes están volcados al cultivo, recolección y comercialización del indiscutible rey del campo conileño, uno de los grandes motores, junto al turismo y la pesca, de la vida económica y social de esta localidad de La Janda de unos 25.000 habitantes fijos —cuatro veces más población en verano—.De unos años a esta parte, sin embargo, entre las alrededor de 70 variedades que llegan frescas por la mañana y subastan cada tarde en Las Virtudes —un caso singular en toda España por sumar tal cantidad de materia prima diferente— se hace fuerte la pitaya. Tanto es así, advierten pequeños agricultores y detallistas de la zona, que la también llamada fruta del dragón o pitahaya comienza a pegar bocados a las explotaciones tomateras del municipio.Pulpa de pitaya plena de sabor y frescura. JUAN CARLOS TOROPedro Sánchez, en sus 2.000 metros de explotación de pitaya en Conil, este martes. JUAN CARLOS TOROEl boom de la pitaya entró en España por Canarias"Hay gente que ha quitado invernaderos de tomates y han puesto pitaya, pero el tomate es la estrella aquí y esperemos que eso no se pierda", asegura Pedro Sánchez (48 años), técnico agrícola que es un experto pitayero y que cuenta con 2.000 metros cuadrados de macrotúnel de plantación de esta singular liana trepadora de la familia de los cactus.Una explotación agraria que comparte con otros 3.000 metros de cultivos junto al acceso a Conil desde la Autovía del Sur y en la que cuenta con unas "siete u ocho" variedades de pitaya —hay hasta medio centenar de tipos—: de piel púrpura y amarilla a carne roja remolacha, rosa o blanca. A Pedro le dio por probar el cultivo hace unos cinco años, unos 15 años después de que la producción experimental llegase a España a través de las Islas Canarias. Procedente de Centroamérica, con gran tradición en los mercados asiáticos, la pitaya empieza a exhibir las escamas de su piel, su exuberancia, con cada vez más fuerza en los expositores de fruterías y puestos de los mercados de abastos.Fruta del dragón en la mata, para ser recolectada. JUAN CARLOS TOROLa flor blanca de la pitaya. JUAN CARLOS TOROUn cultivo "muy rentable": hasta 12 euros por kiloIsmael, conileño y hortelano en la Plaza de Chiclana —una de las mejores de Andalucía— advierte del boom de la fruta del dragón en la tierra del tomate, la fresa y la patata. "Es muy rentable. Consume poca agua y se está pagando el kilo de 8 a 12 euros de forma más o menos estable", reconoce el agricultor y detallista. Mientras recorre su explotación, Pedro da fe del auge que está viviendo el cultivo de esta fruta tropical para igualar una demanda que va a más, también en cada vez más restaurantes. Un unicornio para el campo gaditano, ya que reúne todo lo que podría desearse: calidad, vistosidad, poderío nutritivo, bajo consumo de agua ideal para climas secos y gran precio en el mercado. "No creo que haya un aumento brutal —apunta—, pero sí es verdad que solo en el término municipal de Conil ya hay unas siete plantaciones: en Roche, Barrio Nuevo, La Muela..."."Es un cultivo muy relacionado con el ciclo lunar y su precio se mueve entre alto y muy alto, por lo que es muy atractiva. Tenemos un boom contenido por ahora. Y sí te digo que como realmente está buena, y así se están especializando nuestros pitayeros, es cogida madura en su mata", cuenta Bartolomé Ramírez, presidente desde 1998 de la cooperativa Las Virtudes.Bartolomé Ramírez, presidente de la cooperativa Las Virtudes, con una caja de pitaya, este martes en la nave central. JUAN CARLOS TOROSobre la introducción de esta variedad en la cooperativa y su salida a la distribución, especifica, "es como todo, cuando te tomas la primera cerveza seguro que no te gusta porque es amarga, pero cuando ya te has comido unas pocas de pitayas ya le has cogido el gusto. Y la verdad que es muy digestiva y tiene muchas propiedades".Con una producción a lo largo de todo el año de alrededor de 90.000-100.000 kilos, la primera cosecha arranca en torno a mayo y "ya depende de cómo venga el otoño o el invierno, ya que incluso hasta en febrero se han llegado a recolectar aquí en Conil".Múltiples propiedades nutritivas de la fruta del dragónAdemás de Cádiz, Huelva y Almería son otras de las provincias andaluzas donde cada vez proliferan más las explotaciones agrícolas pobladas de unas costosas estructuras de hierro que soportan estas cactáceas trepadoras. Unas 50 hectáreas por ahora en todo el arco mediterráneo desde Valencia y hasta las Canarias. Patos en la plantación de pitaya: ayudan a combatir caracoles que atacan a la planta. JUAN CARLOS TOROExplotación de un fruto en pleno auge. JUAN CARLOS TOROCon un sabor fresco y dulce —en contra de lo que se cree, no es un fruto insípido si se coge de la mata fresco para el consumo de cercanía—, exótico, entre el kiwi, el higo chumbo y la pera, la pitaya es cada vez más valorada por los chefs, pero también por endocrinos y nutricionistas que la recomiendan por sus multipropiedades como superfruta.Baja en calorías (unas 50 por cada 100 gramos), ideal para la hidratación (acumula un 80% de agua), la fruta del dragón no solo es exótica y llamativa, sino también muy completa: ligera, antioxidante, digestiva y con interesantes beneficios cardiovasculares y metabólicos.Su alto contenido en fibra favorece el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y contribuye al equilibrio de la microbiota. A ello se une que, gracias a la vitamina C y los antioxidantes (betalaínas en la pitaya roja y carotenoides), ayuda a prevenir infecciones y a combatir el envejecimiento celular. Contiene también vitaminas del grupo B, minerales como calcio, fósforo, hierro, magnesio y potasio, y semillas ricas en ácidos grasos esenciales (omega 3 y omega 6).Fruta del dragón de otra variedad. JUAN CARLOS TOROComo curiosidad, explica Pedro Sánchez en una plantación desde la que casi se divisa la playa de Castilnovo, "Esta flor abre por la noche y por la mañana temprano nosotros aspiramos el polen de los estambres, cruzamos variedades de pitayas, y polinizamos a mano con un pincelito, y es verdad que eso suma complejidad en cuanto a la logística de este cultivo".De donde es originaria, regiones y países de Centroamérica como Costa Rica, esta planta es polinizada por la noche por murciélagos, que se meten de cabeza en la flor del cactus y así reproduce el fruto. Así que sí, somos más bien un poco murciélagos...", cuenta entre risas el agricultor y técnico agrónomo conileño, uno de los entró casi por curiosidad en este cultivo y ha acabado viendo un filón.