Patxi López se refirió la semana pasada a los centros de educación especial como «guetos escolares» para el alumnado con discapacidad. Más concretamente, el portavoz del PSOE en el Congreso empleó esos términos para cargar contra una PL (Proposición de ley) del PP que se debatía en el pleno . El texto de los populares insta a reformar la actual ley de educación (conocida como Lomloe o ley Celaá) para permitir que las familias del alumnado con necesidades educativas especiales puedan elegir en qué centro quieren escolarizar a sus hijos: si en un colegio ordinario o en una escuela de educación especial. Para cientos de padres, las palabras del diputado socialista son «extremadamente crueles», «desafortunadas e indignantes» . Así lo manifiesta a este diario la asociación 'Inclusiva, sí. Especial, también', a la que están vinculadas 400 asociaciones, Ampas y colegios de educación especial de todo el país. Pero el tono empleado por López también ha llevado a manifestarse al Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia. Su vicepresidenta, Mar Ugarte, incide en que presentar a los centros de educación especial como «espacios de segregación» es «injusto» y «supone un menosprecio» al esfuerzo de miles de familias y profesionales que quieren para sus hijos la mejor educación posible. La asociación 'Inclusiva, Sí. Especial, también' asegura a ABC que es una falta de respeto que un portavoz parlamentario diga que «unos padres segregamos a nuestros hijos con discapacidad intelectual» . Para estas familias, la educación especial no es segregadora, sino que es la más inclusiva, puesto que estos menores están escolarizados en la modalidad educativa más adecuada a sus necesidades. A pesar de que la ley educativa, que entró en vigor en 2021, amenazaba con el cierre de los centros en diez años, las comunidades gobernadas por el Partido Popular, es decir, la mayoría, se han 'blindado' contra la Lomloe. De hecho, la educación especial, en contra de la voluntad del Ejecutivo de Pedro Sánchez, no para de crecer. Un total de 46.873 alumnos están matriculados este curso 2025-2026 en esta modalidad educativa, lo que supone 1.491 alumnos más que el curso pasado en este tipo de formación, según datos del Ministerio de Educación. Ayer mismo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, visitó el centro público de educación especial Duque de Ahumada en Valdemoro, donde afirmó que no se puede «perseguir a las familias» que eligen estos centros y decir que intentan «discriminar y segregar a las personas con discapacidad». Ayuso criticó al Gobierno de Pedro Sánchez por querer, dijo, «estigmatizar» la educación especial: «No es aceptable ni humano que se comparen estos centros con guetos ». En este sentido, desde la principal asociación de familias con necesidades especiales, aseguran que en estos colegios se cumple con un principio de equidad: «No dar a todos lo mismo, sino dar a cada uno lo que necesita» y opinan que el Gobierno debería presumir de la educación especial, que estos centros sean « modelos a imitar y no a cerrar» porque «también es fundamental que estos niños no se sientan aislados, que tengan amigos, y que no se sientan el patito feo de la clase». Sin embargo, decíamos, para el socialista Patxi López, la proposición de los populares (que fue la que suscitó sus polémicas palabras) esconde una intención de «discriminar, disgregar y hacer guetos escolares con las personas con discapacidad». El socialista cree que: «Solo quieren separarles, y así quizás algunos puedan hacer negocios privados de sus necesidades», zanjó.