Un documental de memoria flamenca rodado por tres jóvenes de Cádiz alcanza el festival Alcances

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Una calle de distancia. Y de un solo carril. Esa anchura corta separa en Cádiz dos mundos tan diferentes como una peña flamenca y un instituto de Secundaria. Sólo prodigios como el cine logran que ese abismo sideral se cierre y aparezca algo nuevo. Por ejemplo, un documental.Enrique el Mellizo es uno de los enclaves míticos del cante jondo, con toque y baile, en la capital gaditana. Bajo los restos de la muralla que lleva hasta la punta de San Felipe está su sede, humilde y grandiosa, con un salón que ha vivido momentos de dolor, gloria y fiesta.Enfrente, el instituto de Secundaria Cornelio Balbo es uno de los más populosos de Cádiz entre los de titularidad pública. Concentra el mayor número de alumnos del casco antiguo camino de Bachillerato y lo que venga después.El profesor David Sánchez Sandoval explica el proyecto en la peña flamenca gaditana.  REYNAEl personal que frecuenta uno y otro, aficionados y artistas ante profesores y alumnos, tiene poco que ver. De una acera a otra, 20 metros, un enorme salto biológico, social y cultural. Edades muy distintas, madrugones frente a trasnoche, generaciones con hábitos casi opuestos, intereses diferentes, referencias dispares.Para entender la lejanía, los tres autores del documental son nacidos en 2007 y algunas de las personas que ofrecen su testimonio nacieron en los jodidos años 30 del siglo anterior. Una parte está a mil años luz de la otra hasta que aparece un pequeño prodigio por casualidad, como pasan las mejores cosas."La idea original es de Lito [Manuel Millán], el presidente de El Mellizo. Alguna vez nos comentó que quería hacer algo con los flamencos mayores de Cádiz, que no se perdiera su memoria, que se conociera lo que se vivía en la peña y en todo el mundillo flamenco de Cádiz en los años 60, en los 70 y los 80".Mario del Río Cortina es uno de los tres directores de la película.  REYNA Así recuerda el inicio de la aventura el profesor de Inglés y responsable de todo desde el Aula de Cine del instituto David Sánchez Sandoval. "Lito no sabía muy bien qué hacer ni con quién, tenía la intención. Hasta que hablamos de la posibilidad de hacerlo nosotros".Ese "nosotros" es el grupo de alumnos del Aula de Cine, con este apasionado docente al frente. Son unos 15 alumnos que desde 2022 ven y comentan cine como actividad extra en su tiempo libre, por puro placer. Con esa misma motivación empezaron a practicar con guiones, bocetos, cortos, rodajes, de ficción o no, experimentos.Uno de ellos resultó ser una pieza valiosa. El corto de ficción Mar, de apenas siete minutos, resultó ser una obra emocionante. Fue fruto de un concurso interno de guiones y lo rodaron.El docente que creó el Aula de Cine, con los tres ex alumnos del IES Cornelio Balbo.  REYNA De repente, ganó el premio nacional al mejor documental escolar en La Almunia (Zaragoza), fue seleccionado por el festival Foco de Fuenteovejuna y también recibió un galardón de la Junta de Andalucía.El juego salía bien. Además de ser apasionante, emocionaba a los demás, la esencia de cualquier proceso artístico, profesional o no. Con ese "subidón", con las pilas de la autoestima cargadas, buscan nuevo proyecto. El de Lito estaba enfrente, pasan por la puerta de la Peña Enrique el Mellizo al menos dos veces al día, a la ida y a la vuelta del instituto.Decidieron aceptar el encargo que ha terminado en mediometraje documental (61 minutos) y se estrena en la próxima edición del veterano festival de Cádiz, Alcances, que comienza en la última semana de este septiembre.Mario del Río Cortina, Julio Díez Vázquez y Pablo Fernández Monroy (Cádiz, 2007 todos ellos) son los tres autores de Origen, una película que compila los recuerdos de una docena de figuras del flamenco y la cultura de Cádiz. De Juan Villar a Felipe Scapachini, Carmen de la Jara, César Garbarino, Jesús Bienvenido o Guillermo Boto.Los descubrimientos asombrososEn el proceso, el trío de autores y directores descubrió que el proyecto entre manos era mayor de lo que imaginaban "y tenía vida propia. Al hacer una entrevista salían ideas e historias que no esperábamos, que nos llevaban a hacer otras cosas nuevas. Iba creciendo, iba por otro lado que no pensábamos".El proceso de rodaje les produjo tanta euforia como preocupación: "Cada vez teníamos más material, más cosas que contar, nos las encontrábamos y fue difícil seleccionar, decidir".Los tres directores son nacidos en 2007 y comienzan su educación superior este mes.  REYNA Hasta el punto de caer en una búsqueda de archivos que le mostró tesoros. "Encontramos una grabación de una televisión alemana inédita en España, de los años 60, con La Perla de Cádiz en la Cueva del Pájaro Azul".El hallazgo les llevó a comprobar la dificultad de otra parte del trabajo, la técnica. Había que digitalizar, resucitar material antiguo: "Nos ha pasado con otras grabaciones pero en esa, sobre todo, el sonido era muy malo y tuvimos que trabajar mucho para mejorarlo pero no del todo, sin exagerar, porque nos pareció que no se podía perder la autenticidad del original".La lúdica, artística y académica búsqueda les llevó a un descubrimiento aún mayor, uno que comentan con los ojos tan abiertos como sólo se pueden tener a los 18 años: "Entre tantas conversaciones nos hablaron de dos mujeres muy mayores, por encima de los 90 años, una ha fallecido antes del estreno".Los autores ya obtuvieron varios premios con una obra anterior, un corto de ficción 'Mar'.  REYNA Fueron a verlas varias veces. Eran las hermanas Rosario y Pastora, Las Mejoranas, artistas flamencas y sobrinas de Pastora Imperio que les aguardaban casi olvidadas pero con la memoria intacta en un centro de mayores de Cádiz."Hablar con ellas fue una barbaridad, un momento que no vamos a olvidar, muy tierno ¡Han vivido tanto! Actuaron en México, en Argentina, tuvieron que irse unos años", dice Julio con el asombro de alguien nacido cuando el siglo XXI ya caminaba."Incluso nos contaron que tuvieron muchos problemas porque las acusaron de comunistas", añade con la feliz inocencia del que no ha conocido más sistema político que la democracia."De generación a generación el interés por el flamenco va decayendo. Entre la gente de nuestra edad hay muy poca afición. Estamos con otra música, estamos a otras cosas"Los tres jóvenes directores que aguardan con nervios el estreno de Origen -teatro de la Tía Norica, 30 de septiembre, y centro cultural ECCO, 2 de octubre- admiten que su generación conoce muy poco el flamenco."Ojalá esto sirva para que gente de nuestra edad conozca un poco más a estos artistas, sobre lo que se vivía en Cádiz 30, 40 años antes de que nacieran. A nosotros nos ha pasado y esperamos que a gente de nuestra edad también le suceda lo mismo", añade Pablo."Estaría bien que este documental ayudara un poco a que esa memoria no se pierda porque la verdad es que de generación a generación el interés por el flamenco va decayendo. Entre la gente de nuestra edad hay muy poca afición. Nosotros tres no la teníamos, esa es la verdad. Estamos pendientes a otra música, a otras cosas", admite Julio.Voz y ojos limpiosPara reforzar esa sensación de acercamiento desde la lejanía y el desconocimiento, el documental de memoria flamenca tiene un narrador muy particular."Ismael Ares Nada es un compañero uruguayo, llegó a Cádiz para hacer Primero de Bachillerato, hará poco más de un año. Si nosotros sabíamos poco de flamenco, él menos todavía. Estaba a cero. Para dar una idea, era el único de la clase que no había escuchado hablar de Camarón, no sabía quién era. Los demás, por lo menos eso sí lo teníamos".El presidente de la peña, Lito Millán, comenta viejas fotos con los jóvenes.  REYNACon su voz "y su acento, sin forzar nada", acompaña el recorrido por los recuerdos de los artistas, aficionados y expertos flamencos para que lo más jondo del arte local salte de una generación a otra, del mundo analógico al digital."Al final nos dimos cuenta de que Ismael nos daba una mirada muy nueva, limpia, sin prejuicios ni ideas raras, había llegado de Uruguay unos meses antes y todo eso era nuevo para él. Bueno, un poco más nuevo que para todos nosotros".Si alguien teme distracciones, calma. Aunque los tres directores, y su profesor confiesan que hubo decenas de jornadas en las que les dedicaron una decena de horas, "o más", a su apasionante proyecto cinematográfico, las obligaciones estudiantiles nunca quedaron abandonadas.Julio, Pablo y Mario terminaron el Bachillerato en tiempo y forma, con las calificaciones suficientes para acceder a la educación superior en Técnico de Edificación, Ingeniería Informática e Ingeniería Mecánica, respectivamente. Los tres están en las vísperas de empezar sus carreras mientras disfrutan de un informal y vocacional paseo cinematográfico, el que une para siempre pasado y futuro de Cádiz, una peña flamenca y un instituto.