El pago de intereses 'se traga' uno de cada tres pesos del recaudo tributario

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Cuando los colombianos pagan sus impuestos, la expectativa es que esos recursos se conviertan en más inversión, mejores escuelas, hospitales en buen estado o carreteras que faciliten la vida cotidiana. Sin embargo, la realidad que muestra el más reciente informe del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) es distinta.De acuerdo con esta autoridad económica, uno de cada tres pesos que entran al Estado por concepto de impuestos, uno se va directo al pago de intereses de la deuda pública; poniendo en evidencia el alto costo que está pagando actualmente el país por cuenta de su estrategia de manejo de deuda y la resistencia a ajustar el gasto fiscal.Consulte aquí: El salario mínimo en Colombia para 2026 podría ser de $1'600.000A julio de 2025, el 31,4% del recaudo tributario neto se destinó exclusivamente a cumplir con estas obligaciones financieras, una proporción mayor a la registrada en el mismo mes del año pasado (30,3%) y que se ubica por encima del promedio histórico entre 2014 y 2024. En otras palabras, el Estado colombiano destina un tercio de su esfuerzo tributario a satisfacer a los acreedores, lo que deja cada vez menos margen para el gasto social y productivo.Una cifra que enciende alarmasEl informe del Carf, que hace un seguimiento mensual a las finanzas públicas, muestra cómo el peso de los intereses se ha convertido en una de las mayores rigideces del gasto; generando una situación que significa que, por más que el Gobierno logre aumentar el recaudo, una porción creciente se esfuma en atender la deuda acumulada.El manejo de la deuda es uno de los frentes que más preocupa a los expertos en materia fiscal.Imagen de ChatGPTPara el lector de a pie, esto se traduce en un dilema y es que aunque los impuestos que paga lleguen a la caja de la Nación, su impacto en servicios públicos o inversión es cada vez más reducido, porque una parte considerable ya tiene dueño antes de ser asignada: los compromisos financieros.Así mismo, el informe señala que, en lo corrido del año hasta julio, el recaudo neto fue de $165,5 billones, un 7,7% más que en 2024, aunque apenas un 2,3% en términos reales. Si bien la cifra representa el 59% de la meta planteada para todo 2025, el ritmo de crecimiento es insuficiente frente al 14,9% requerido para alcanzar el objetivo anual.Más información: Aval fiscal de reforma de la salud plantea más gasto público y menos recursosDe hecho, el Carf advierte que el crecimiento promedio móvil de 12 meses del recaudo neto se ha mantenido en 5%, muy lejos del nivel necesario para cumplir con el Marco Fiscal de Mediano Plazo; lo que implica que la brecha entre lo que se espera y lo que efectivamente se recauda persiste, y que las finanzas del Gobierno seguirán ajustadas.El gasto no se detieneMientras tanto, el gasto fiscal continúa en ascenso y a julio, el gasto total del Gobierno Nacional Central representó el 14,7% del PIB y el gasto primario, sin contar intereses, el 11,8% del PIB. Ambas cifras son más altas que las registradas en 2024 y se ubican por encima del promedio de los últimos cuatro años; dejando claro que se está gastando más de lo que realmente se tiene en las cuentas nacionales.El manejo de la deuda es uno de los frentes que más preocupa a los expertos en materia fiscal.Imagen de ChatGPTA agosto, la tendencia se mantuvo y el gasto total alcanzó el 15,1% del PIB y el primario el 12,7%. Es decir, el Estado sigue gastando más, en un contexto en el que los ingresos crecen pero no lo suficiente, y en el que los intereses absorben cada vez más recursos.Precisamente el impacto de este peso de los intereses se refleja en el balance fiscal, ya que a julio, el déficit primario se ubicó en 1,4% del PIB y el déficit total en 4,3% del PIB. Ambos niveles son históricamente altos y muestran un deterioro frente a junio, cuando el déficit total era de 3,9%.Lea también: El precio del dólar en Colombia se desploma y ya se negoció por menos de 3.850 pesosAunque el déficit primario aún está por debajo de la meta del Gobierno (2,4% del PIB para 2025), el panorama es complejo, dado que si una tercera parte de los impuestos se destina a intereses, el resto no alcanza para cubrir todas las necesidades de funcionamiento, inversión y programas sociales.Una deuda más pesadaEn todo esto, vale la pena decir que la presión de los intereses no es casualidad, ya que el saldo de la deuda bruta del Gobierno Petro llegó en julio al 63% del PIB, 1,6 puntos más que en junio; mientras que el crecimiento se dio tanto en la deuda interna como en la externa, aunque la primera tiene más peso, puesto que la deuda en moneda doméstica representó el 68,7% del total.Un aspecto que preocupa es que el Gobierno ha recurrido con mayor frecuencia a la financiación de corto plazo y a julio, los Títulos de Tesorería (TES) de corto plazo y los pagarés representaban el 18% de la financiación interna, muy por encima del promedio de 10,7% de los últimos cuatro años. Esto significa que el país está apostando más a créditos rápidos y de vencimiento cercano, lo que eleva los riesgos de liquidez y refinanciamiento.El manejo de la deuda es uno de los frentes que más preocupa a los expertos en materia fiscal.Imagen de ChatGPTComo si fuera poco, la caja del Tesoro se encuentra en niveles críticos. Con corte a agosto, el saldo en pesos fue de apenas $7,4 billones, $26,7 billones por debajo del promedio histórico para ese mes. En términos simples, el Estado tiene menos liquidez disponible para cubrir sus gastos inmediatos, lo que aumenta la dependencia de nuevas emisiones de deuda y presiona aún más los intereses.Para el lector común, estas cifras se traducen en un mensaje claro y es que los impuestos que paga no están llegando de manera plena a servicios y programas sociales porque una parte creciente se destina a pagar la deuda. Así, el esfuerzo tributario de los hogares y las empresas no se traduce directamente en inversión productiva, sino en la sostenibilidad de los compromisos financieros del país.Puede interesarle: Importaciones crecieron 16,2% en julio y déficit comercial superó los US$1.600 millonesEsto no solo limita la capacidad del Gobierno para responder a las demandas de la ciudadanía, sino que también genera un círculo vicioso en el que, al destinar más recursos a intereses, el déficit sigue alto, lo que obliga a endeudarse más y, en consecuencia, a pagar más intereses en el futuro.Una señal para inversionistas y calificadorasAnte esto, el Carf advierte que esta dinámica afecta la sostenibilidad fiscal si se tiene presente que la elevada proporción de intereses en el recaudo es un síntoma de vulnerabilidad que puede ser interpretado negativamente por inversionistas y agencias calificadoras de riesgo.El manejo de la deuda es uno de los frentes que más preocupa a los expertos en materia fiscal.Imagen de ChatGPTSi la tendencia no se corrige, la capacidad del país para mantener una deuda sostenible se verá cuestionada, lo que podría encarecer aún más el costo de financiamiento y agravar el problema. En ese sentido, recuperar espacio fiscal pasa no solo por mejorar el recaudo tributario, sino también por contener el gasto rígido y reducir la dependencia de la financiación de corto plazo.Así las cosas, el desafío del Gobierno es doble. Por un lado, debe buscar cómo incrementar el recaudo de manera sostenible; por otro, necesita reducir la presión de la deuda para liberar recursos que permitan atender las necesidades de la ciudadanía. De no hacerlo, el dinero de los colombianos no se traducirá en crecimiento, sino que seguirá siendo absorbido por una espiral de deuda interminable.DANIEL HERNÁNDEZ NARANJOPeriodista de Portafolio