«Me merecía el sol». Eso decía Marcus Rashford en sus primeros días en Barcelona tras ser despreciado por el Manchester United. Aunque fue en la oscuridad de Newcastle, en una noche de fútbol-piedra, donde aquel 'wonderboy' que amagó con apagarse brilló más que nunca. Sacó el martillo Rashford por primera vez como futbolista del Barça, demostrando que puede ser igual de rotundo con la cabeza que con el pie, dentro o fuera del área. Sus dos goles en St. James Park liberaron a su equipo. Pero sobre todo a él.Seguir leyendo....