La Universidad de Columbia es todo un símbolo en Estados Unidos como epicentro de las protestas contra el genocidio en Gaza. Y desde allí el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, lanzó este lunes uno de sus discursos con más carga a nivel internacional en el que defendió la creación del Estado palestino, criticó la actuación de Israel e hizo un alegato a favor de la migración, la transición ecológica, la economía abierta y el orden multilateral.Sánchez protagonizó un discurso y una posterior charla bajo el prisma de “la respuesta progresista a los desafíos globales” dentro del foro con líderes internacionales que organiza esta institución universitaria. El también secretario general del PSOE despertó varias tandas de aplausos con algunas de sus ideas en el arranque de su agenda oficial en Nueva York con motivo de la Asamblea General de la ONU.El discurso de Sánchez, sin pronunciar en ningún momento el nombre de Donald Trump, supuso el despliegue de una argumentación totalmente diferente al relato del presidente de Estados Unidos. El español hizo, por ejemplo, una llamada contundente a defender la libertad de expresión en un momento en el que, en ese país, copa las portadas el despido del popular presentador Jimmy Kimmel por parte de la cadena ABC, dentro de la campaña de la Casa Blanca contra figuras incómodas del mundo de los medios.El inicio de la intervención de Sánchez ya fue toda una declaración de intenciones al recordar a todos los exiliados españoles y europeos que acogió la Universidad de Columbia en el pasado siglo huyendo de las guerras: “Espero que sus historias sirvan de inspiración en este momento crucial”. Para el presidente, el mundo vive ahora una “erosión parecida” al cuestionarse principios y valores que buscan sociedades “libres, prósperas y pacíficas”.Enumeró a continuación algunos de esos principios, cuestionados hoy por líderes como Trump, como es la economía “justa y abierta”, una referencia clara y contraria a la guerra comercial emprendida por la Casa Blanca a través de la imposición de aranceles. Para también poner sobre la mesa la necesidad de que las relaciones internacionales se rijan por “normas y no por fuerzas brutas”.La parte más esperada de su discurso –pronunciado íntegramente en inglés– versaba sobre Palestina, en un momento en el que España ve cómo empiezan a seguirla en su camino de reconocer el Estado palestino otras grandes naciones como Canadá, Francia y Reino Unido en el marco de la Asamblea General de la ONU. “Cuando Rusia invadió Ucrania, aprobamos sanciones y proporcionamos ayuda a las víctimas. ¿Cuál es el doble rasero que impide condenar con la misma determinación el asesinato de más de 66.000 palestinos en Gaza?”Sánchez reiteró que España reconoce plenamente el derecho del Estado de Israel a existir y defender su propia seguridad, además de condenar “sin ambages los brutales atentados de Hamás”. “Pero una cosa es proteger a tu país y otra cosa es asesinar a más de 66.000 personas, bombardear hospitales y matar de hambre a niños. Son cosas muy distintas”, subrayó el dirigente socialista, que provocó un gran aplauso con estas palabras.“Ahora mismo somos testigos de uno de los eventos más terribles y oscuros del siglo XXI. Está pasando ante nosotros y la comunidad internacional no puede quedarse callada y paralizada”, subrayó el presidente del Gobierno español. Para añadir con rotundidad: “No podemos mirar a otro lado”. El presidente comentó al hilo: “Necesitamos coherencia en tiempos convulsos”.Otro de los temas centrales de su discurso fue la defensa de la migración, otro de los asuntos que utiliza políticamente Trump. Puso ante el espejo de los asistentes el caso de España: se han recibido dos millones de habitantes en los últimos años y, en cambio, se ha reducido el desempleo en un 40%. “La migración no es fuente de miedo y amenazas, sino de esperanza y oportunidad”, remarcó, para apostillar que no hay que confundir la apertura con la ingenuidad y se debe luchar contra las mafias y el tráfico de personas. “Hay que crear rutas legales para que venga de manera ordenada, pero los migrantes son seres humanos que buscan una vida mejor”, manifestó Sánchez, provocando otro aplauso en el auditorio.A lo largo de su intervención quiso también trasladar la idea de una izquierda realizable: “Ser progresistas no es una cuestión de idealismo ingenuo, sino de pragmatismo responsable. Un pragmatismo que me ha llevado a insistir en que las normas deben prevalecer siempre sobre la ley del más fuerte”.Asimismo, Sánchez quiso hacer una defensa cerrada de la ciencia, recordando que dio la respuesta a la pandemia de la covid-19. Explicó ante los profesores y estudiantes que el Gobierno español se ha dotado de un comité de científicos para asesorse en cada ministerio. Esto choca también con la acción de la Casa Blanca en unos días en los que Trump vuelve a la carga, frente a las instituciones sanitarias y los expertos, vinculando el uso del paracetamol ingerido por madres durante el embarazo con el autismo de los niños.