El genocidio en Gaza ha irrumpido como gran tema de preocupación en España. Cada día más ciudadanos quieren expresar su enfado por los asesinatos que comete constantemente el Gobierno de Netanyahu en la Franja. Y, además, se ha convertido en el tema central sobre el que gira el debate público en las Cortes Generales y en los medios de comunicación ante las impactantes imágenes que llegan desde Palestina.El mundo de la cultura ha vuelto a ponerse en primer plano para criticar de manera masiva la actuación pilotada por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Actos de protesta, manifiestos, peticiones al Gobierno y declaraciones ante los medios se suceden por parte de artistas, cineastas, músicos y escritores. Pero, de manera paralela, el mundo del deporte simboliza estos días el silencio mayoritario ante la masacre y el dominio de los valores mercantilistas frente a la defensa de los derechos humanos.La Vuelta a España de ciclismo es la muestra más contundente hasta el momento del abismo entre el sentir de la población (un 82% de la sociedad está en contra del genocidio, según las encuestas de Real Instituto Elcano) y el mundo de la élite empresarial deportiva y las grandes figuras. La organización se negó a expulsar al equipo israelí y el director del campeonato, Javier Guillén, decidió poner en su punto de mira a los manifestantes: "Lamento y condeno lo ocurrido en la última etapa de la Vuelta. Las imágenes hablan por sí solas. Es inaceptable lo que ocurrió, especialmente en el circuito. No se saca nada bueno de lo que ocurrió. Lamento la imagen que se dio, y eso no se puede repetir".Pero esa sensación de silencio mayoritario se extiende en todos los deportes. Por ejemplo, lo ha denunciado Ana Peleteiro, medallista olímpica en los Juegos Olímpicos de Tokio, respecto al mundo del atletismo: “Hago un llamamiento a mis compañeros y compañeras, así como a las instituciones que nos representan, para que se pronuncien. Levantar la voz e un acto mínimo de responsabilidad”.“Duele ver cómo el mundo del atletismo, que tiene la capacidad de inspirar a millones de personas, guarda silencio frente a la violencia y las violaciones de los derechos humanos que se están viviendo”, explicó en sus redes sociales, para lanzar esta idea a continuación: “No es fácil hablar, lo sé. Pero nuestro compromiso con los valores que defendemos en las pistas y fuera de ellas debería ir más allá de las medallas”.También domina el silencio de manera abrumadora en el mundo del fútbol, el deporte rey en España. Por ejemplo, el Real Madrid ha vetado la posibilidad de exhibir las banderas palestinas y se requisaron las enseñas por parte de los equipos de seguridad a aficionados del Olympique de Marsella que asistían a un partido en el estadio Santiago Bernabéu.A pesar de su inacción, se están dando pequeños gestos simbólicos como que el Athletic de Bilbao sí permitió que entraran banderas palestinas y que la selección de fútbol de Euskadi va a jugar un partido amistoso con el combinado de Palestina el próximo 15 de noviembre en San Mamés.El Gobierno español ha apoyado estos días las manifestaciones a favor de Palestina durante las etapas de la Vuelta y, además, el presidente, Pedro Sánchez, ha planteado que Israel no participe en las grandes competiciones internacionales “mientras dure la barbarie”, como pasa con Rusia tras la invasión de Ucrania.La petición hecha por España ha caído de momento en saco roto por parte del COI, que rechaza expulsar a Israel. El organismo ha tratado de zanjar así la propuesta: “Tanto el comité olímpico nacional de Israel como el de Palestina están reconocidos por el COI y tienen los mismos derechos. Ambos cumplen con la Carta Olímpica y seguimos trabajando con ellos para intentar mitigar el impacto del actual conflicto en los atletas”.Frente a estos silencios, la cultura española está alzando la voz de manera mayoritaria para apoyar al pueblo palestino y condenar el genocidio que está perpetrando Netanyahu. El lunes ese sentimiento se cristalizó de manera abrumadora con el acto de lectura de los nombres de los niños asesinados. Pusieron su voz figuras como Pedro Almodóvar, Ara Malikian, Eva Ugarte, Alauda Ruiz de Azúa, Alberto San Juan, Juan Mayorga, Hernán Zin, Bárbara Lennie, Fernando Colomo, Kiti Mánver, Rosa Montero, Leticia Dolera, María León, Joaquín Reyes, Paco León, Ester Expósito, Ana Wagener, Carlos Bardem, Eduardo Casanova, Javier Fesser, Aitana Sánchez-Gijón, Juan Diego Botto, Carlos Hipólito, Alberto Amman o Raúl Arévalo. Además, estuvieron Luis García Montero, Fernando León de Aranoa, Andrés Lima, Loles León y Agustín Almodóvar. También periodistas como Jesús Maraña, director editorial de infoLibre.España se ha puesto asimismo a la cabeza en el mundo cultural y mediático con la decisión de no participar en Eurovisión, el concurso musical más importante del mundo, si Israel mantiene su participación en la edición del próximo mes de mayo en Viena (Austria). RTVE encabeza esta decisión junto las cadenas de Islandia, Países Bajos, Bélgica y Eslovenia.También el festival de cine de San Sebastián, que ha arrancado este viernes, ha sido el primer certamen de clase A que ha emitido un comunicado oficial en el que se señala: “Es obligado condenar hoy la sistemática y programada conculcación de derechos humanos y el genocidio que está perpetrando el Gobierno de Netanyahu”. “Aunque pueda parecer ingenuo, exigimos un alto el fuego inmediato y la liberación de todos los rehenes que están secuestrados por Hamás y deseamos una futura convivencia pacífica de los pueblos israelí y palestino”, reza el texto.Además, el mundo de la cultura a lo largo de estos meses lleva presionando al Gobierno de Pedro Sánchez para aprobar el embargo de armas, una decisión que se adoptará de manera formal en la reunión del Consejo de Ministros del próximo martes a través de un decreto, que también incluirá la prohibición de la entrada de productos correspondientes a los territorios ocupados.Esa petición la hicieron en una carta firmada por 1.200 artistas y enviada al Gobierno en el pasado mes de julio y que se visualizó en un acto este verano en el que participaron personalidades como Nathalie Poza, Guillermo Solana, Ana Wagener, Luis Tosar, María Botto, Javier Fesser, Samantha Hudson, Carlos Bardem, Rocío Sáiz, Silma López, Inés Hernand y Oliver Laxe.Asimismo, muchos de los artistas aprovechan sus intervenciones y entrevistas en medios de comunicación para mostrar su rechazo al genocidio en Gaza. Por ejemplo, Maribel Verdú declaró en infoLibre: “Palestina es la gran vergüenza de nuestro tiempo, como lo fue la guerra de Sarajevo”. También en este medio la escritora Alana S. Portero aseveró que “es una vergüenza universal cada ser humano que muere en Gaza”. Y Fernando León sostuvo: “Bajo las ruinas de Gaza no hay sólo cadáveres, está el fracaso de nuestra sociedad”.