Hay algo especial en abrir un nuevo cosmético por primera vez. La textura, el aroma o ese momento en el que se aplica con la esperanza de que algo bueno ocurra en la piel. Aunque esa esperanza hace tiempo que ya no es suficiente, hoy ya buscamos algo más que sensaciones. Queremos que funcione. Queremos saber qué lleva dentro, de dónde viene, por qué promete lo que promete. Queremos confiar en que sirve de verdad.Seguir leyendo....