Juguete de diseñador, basado en la imagen de Ganesh (Fuente).Los art toys, también conocidos como designer toys o urban vinyl, son figuras coleccionables creadas por artistas, ilustradores o diseñadores que se producen en tiradas limitadas y suelen inspirarse en el arte urbano, la cultura pop y el diseño contemporáneo. Aunque su forma y tamaño recuerden a un simple juguete, su concepción, intención y contexto de exhibición los sitúan en un territorio más próximo al arte contemporáneo que al entretenimiento infantil. La pregunta de si un juguete puede ser considerado arte encuentra aquí una de sus respuestas más claras.El movimiento moderno de los art toys nació en la década de los noventa en Hong Kong, cuando artistas como Michael Lau y Eric So comenzaron a experimentar con figuras en soft vinyl alejadas del mercado masivo y pensadas para un público adulto. Michael Lau, apodado “el padrino de los designer toys”, lanzó en 1999 su serie Gardener, una colección que fusionaba la cultura callejera, la estética de las figuras de acción y el espíritu de las obras de autor. Esta propuesta no solo se convirtió en objeto de culto entre coleccionistas, sino que marcó el inicio de un lenguaje propio dentro del diseño de juguetes. En Estados Unidos, el fenómeno tuvo un impulso decisivo con la fundación de Kidrobot en 2002. Esta compañía apostó por figuras como el Dunny, diseñado por Tristan Eaton, que se transformó en una plataforma para que distintos artistas intervinieran su superficie, o el Munny, un modelo en blanco pensado para ser personalizado.Aunque los art toys nacieron como un fenómeno de nicho, pronto cruzaron la frontera del coleccionismo privado para instalarse en museos y galerías. Kidrobot logró que algunos de sus modelos formaran parte de exposiciones y colecciones institucionales, y eventos como la muestra “This Is Not a Toy” en la Design Exchange de Toronto demostraron que estas piezas podían exhibirse con el mismo criterio estético y conceptual que cualquier otra obra de arte contemporáneo. En este contexto, se ha vuelto habitual encontrar art toys en ferias de arte, salas de diseño y subastas especializadas.Entre los artistas más influyentes del movimiento, además de Michael Lau y Tristan Eaton, destaca KAWS, nombre artístico de Brian Donnelly, que ha llevado la estética del art toy a un plano global. Sus figuras Companion, producidas en vinilo y resina en colaboración con marcas como Medicom Toy, se han convertido en iconos reconocibles tanto en el mercado del arte como en la cultura popular. KAWS ha conseguido que versiones de gran formato de estas figuras se exhiban en espacios públicos y que sus piezas, tanto esculturas como pinturas, alcancen cifras millonarias en subastas. En 2019, su obra The KAWS Album se vendió en Hong Kong por 14,8 millones de dólares, estableciendo un récord personal, y esculturas como Clean Slate han llegado a superar los dos millones. Incluso ediciones de vinilo más pequeñas, como Dissected Companion (Grey), se han vendido en subastas por varios miles de dólares, multiplicando su precio original.La historia de los art toys también tiene antecedentes conceptuales que, sin pertenecer directamente al movimiento, anticiparon la idea de un objeto a medio camino entre el juguete y la obra de arte. Los autómatas de Fabergé, exquisitas piezas mecánicas creadas con metales y piedras preciosas, combinaban el asombro del mecanismo con la belleza de la orfebrería. Picasso, por su parte, diseñó y construyó juguetes para sus hijos y nietos, como un caballo de metal con ruedas, que hoy se conservan en museos como el Musée Picasso. Estas creaciones muestran que el arte y el juego han tenido puntos de encuentro mucho antes de que existiera el término designer toy.El mercado actual de art toys se alimenta tanto de su valor artístico como de su escasez. Las ediciones limitadas y las colaboraciones con artistas de renombre generan un atractivo coleccionista que dispara la demanda y los precios. Sin embargo, su verdadero poder reside en su capacidad para actuar como puente entre lo cotidiano y lo museable: son objetos que invitan a tocar, mirar y reinterpretar, y que al mismo tiempo cuestionan las jerarquías tradicionales del arte. Al final, la respuesta a la pregunta inicial parece clara: un juguete, cuando nace de una intención artística y se inserta en un contexto creativo, no solo puede ser arte, sino que se convierte en una de las formas más frescas y accesibles del arte contemporáneo.____________________________________________________________________________________________ No olvides que puedes seguirnos en Facebook.The post Art toys: cuando los juguetes se convierten en arte appeared first on La piedra de Sísifo.