Lo que comenzó como un simple gesto de nostalgia en redes sociales ha terminado convirtiéndose en una historia con final feliz. Alexandra Hernández, enfermera francesa de 45 años, ha logrado reencontrarse con R., el adolescente que fue su primer amor durante un verano inolvidable en Almería en 1994.Más de tres décadas después de perder el contacto, la enfermera decidió compartir en Facebook una parte de su vida, como ha rescatado Telecinco, que incluso ha compartido una foto de la mujer hace 30 años y de su aspecto físico a día de hoy. En el mensaje, explicaba que estaba escribiendo sus memorias y que necesitaba encontrar a aquel chico para poder cerrar un capítulo que siempre había considerado esencial en su historia personal.Una búsqueda sin expectativas“Estoy en un momento difícil y sentí la necesidad de buscar respuestas”, confesó Alexandra al contar que su objetivo no era reavivar un romance juvenil, sino recuperar un episodio vital que marcó su adolescencia. El texto, escrito con cierta fragilidad y sin grandes expectativas, se convirtió pronto en viral.En apenas cuatro días, la publicación acumuló unos 800 me gusta y más de 200 compartidos, lo que generó una oleada de comentarios y mensajes de apoyo. La enfermera revisaba cada uno de ellos con paciencia, hasta que finalmente llegó la sorpresa que lo cambiaría todo.Facebook hizo su magiaUn mensaje privado alertó a Alexandra de que alguien conocía a R. Poco después, recibió directamente en su bandeja de entrada el escrito más esperado: “Soy R., me he enterado de lo que has publicado y me ha sorprendido muchísimo”, le confesaba aquel primer amor de juventud.El reencuentro virtual se confirmaba con un recuerdo en común: “Yo hablaba de tus zuecos, pero tú siempre me decías por qué iba en vaqueros y no en bañador”. Palabras que no dejaban lugar a dudas de que era la misma persona que había marcado aquel verano de 1994.El contenido de los mensajes posteriores permanecerá en la intimidad de ambos o, quizás, aparecerá en las memorias que Alexandra continúa escribiendo. Lo cierto es que, tras más de 30 años, esa página pendiente de su vida ya ha encontrado cierre, dejando espacio para abrir una nueva.Una historia que demuestra, una vez más, que las redes sociales pueden ser la llave para unir recuerdos y personas que parecían perdidas en el tiempo.