Corrupción y política con un túnel bajo el río en la antigua Itálica con ecos del caso de la SE-40

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La Itálica de la etapa del emperador Trajano, en plena provincia Bética de la Hispania romana, es el escenario planteado por el escritor Blas Malo (Jaén, 1977) para su nueva novela sobre un ficticio conflicto político y técnico, incluso con «tentaciones de corrupción», en torno a un proyecto imaginario de túnel que conectase bajo tierra la ciudad natal del máximo dirigente de la antigua Roma con la antigua Híspalis. Un argumento nada azaroso, teniendo en cuenta que este autor fue jefe de Oficina Técnica en el malogrado proyecto de los túneles de la SE-40, finalmente sustituidos por un puente; y el papel de la presunta trama de amaños investigada en la etapa de José Luis Ábalos al frente del Ministerio de Transportes. Blas Malo ha presentado este lunes precisamente en Itálica su novena novela, titulada La decisión del César, editada por Planeta y a la venta desde el próximo 1 de octubre. Un libro con claros paralelismos con la actualidad de Sevilla en materia de obras públicas, marcada por la controvertida decisión del Ministerio de Transportes de sustituir por un puente los túneles inicialmente proyectados para que el futuro tramo de la autovía metropolitana SE-40 comprendido entre Dos Hermanas y Coria y Palomares del Río salve el cauce del río Guadalquivir, el Betis de la antigua Hispania romana. Más al detalle, Blas Malo narra en su obra la historia de Cayo Mumio Secundo, aspirante a 'duunviro' en Itálica y que, tras tres derrotas electorales, propone como proyecto estrella para su nueva candidatura la construcción de un túnel bajo el río Betis , al objeto de conectar esta población con Hispalis, situada en la otra orilla del río, un accidente geográfico que «siempre ha condicionado el paisaje» y la movilidad en este territorio, según sus propias palabras. En pleno año 106 de la era actual, con Trajano como emperador de la antigua Roma, el ambicioso personaje de Cayo Mumio Secundo «se enfrenta a su familia, sus ciudadanos de Itálica y sus asesores» y consigue en palabras de Blas Malo que el «dueño del mundo conocido» en el arco mediterráneo y la Europa Occidental confié en su propuesta, por las «ansias de inmortalidad y deseo de Trajano de ser reconocido en la posteridad» a través de una obra pública de enorme envergadura, precisamente en su ciudad natal. Porque según precisa este autor al desgranar el argumento de su novela, aunque el mandato de este emperador estuvo caracterizado por una gran campaña de construcción y renovación de infraestructuras públicas como puentes, calzadas o acueductos; no contaba con ningún túnel fluvial. La antigua Roma , como puntualiza, contaba con conocimientos de ingeniería y tecnología para materializar una obra así. En la novela, como narra Blas Malo, la propuesta de Cayo Mumio Secundo supone para Trajano una oportunidad para «asombrar a todo Occidente y rivalizar con las pirámides de Egipto », emulando por cierto el túnel bajo el río Éufrates previamente promovido en la antigua Babilonia por la reina Semíramis. «El poder también se manifiesta a través de las grandes obras», recuerda este escritor. A partir de ahí, como destaca el autor de La decisión del César , el proyecto de Cayo Mumio Secundo afronta toda una serie de adversidades, frente a quienes no creen en él y abogan por la alternativa de construir un gran puente sobre el río Betis, lo que irremediablemente conduce al caso actual de la SE-40. La novela plantea así un gran cisma entre ingenieros y políticos de Itálica e Híspalis, con la adición de que «detrás de cada gran proyecto siempre hay tentaciones de corrupción» y en el caso de la provincia Bética romana , hubo casos así, con robos, extorsión y estafa, entre otras prácticas. «En la época romana existían también el clientelismo y el trato de favor». «La corrupción está siempre asociada a puestos de poder y en eso no hemos cambiado en 20 siglos», enfatiza especialmente este autor, que reconoce abiertamente que en esta novela traslada traslada «a la época romana un conflicto actual sobre qué hacer con el río» a la hora de la movilidad. Es precisamente en este punto en el que Blas Malo, otrora jefe de Oficina Técnica en uno de los subtramos del proyecto de construcción de túneles para el trazado de la SE-40 entre Dos Hermanas y Coria y Palomares del Río, un proyecto contratado en 2009 por el entonces Ministerio de Fomento como «la obra de mayor presupuesto en toda España» y paralizado en 2012 en el marco de la gran crisis financiera mundial; plantea que la sociedad actual «es heredera de la antigua Roma para lo bueno y para lo malo». Este autor, merced a sus 23 años de experiencia como ingeniero en obras públicas tratando con las administraciones y sus funcionarios, pregunta así de manera retórica cómo «aquellos que defendieron una solución técnica cambiaron de opinión de la noche a la mañana», porque técnicamente es «factible» construir túneles bajo el Guadalquivir para conducir el trazado de la SE-40. Avisa además de que para zanjar si verdaderamente es más económico construir un puente, como sostiene actualmente el Ministerio de Fomento, primero es necesario «terminarlo» y conocer su coste definitivo más allá de los cálculos iniciales. Allá en 2022, recordémoslo, el entonces director general de Carreteras, Javier Herrero, anunció públicamente la apuesta gubernamental por un puente en sustitución de los túneles originalmente planeados para salvar el paso sur de la SE-40 por el río, figurando actualmente Herrero como investigado en la presunta trama de amaños de obra pública en la etapa de Ábalos como ministro de Transportes . Esta investigación, tampoco sobra recordarlo, incluye las obras de otro puente, el del Centenario, sometido a la renovación de sus tirantes y a la instalación de un carril adicional. Blas Malo, quien asegura que esta investigación judicial «ha influido» en él a la hora de escribir su libro pero no ha sido el motivo del mismo, destaca así que una novela también puede tener «una función de denuncia y a veces, en la ficción se cuentan verdades», en alusión a determinadas «verdades incómodas» que plantea en este libro de indudables paralelismos con los debates de la Sevilla de a día de hoy. «Hay mucha actualidad en esta novela», reconoce manifestado que, en efecto, la trama de La decisión del César «suena» a los debates políticos y ciudadanos de la Sevilla modern a, si bien precisando, con relación a las situaciones del presente, que él no cuenta con conclusiones, pero sí con «intuiciones», plasmadas en esta novela.