Cuando no hay nada que ofrecer a la ciudadanía, el líder opta por el caos . Lo hizo Stalin en los procesos de Moscú, Mao con la Revolución Cultural; lo hizo una Convergencia podrida por la corrupción pujolista: Mas abrió las espuertas del 'procés', sus humeantes barricadas y los CDR. Lo hace Netanyahu prolongando la guerra en Gaza hasta extremos insostenibles para tapar los casos pendientes de corrupción. En eso se parece a Pedro Sánchez. Con la familia y el partido entre la espada y la pared sobrevive aferrado al genocidio. La injusticia es preferible al caos (Goethe dixit), pero el Maquillado prefiere el frentepopulismo. Aquella portada de Ramón en el Hermano Lobo de 2 de agosto de 1975: «¡¡O... Ver Más