Una nueva isla emerge en Alaska: el legado visible del retroceso glaciar

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En el remoto sureste de Alaska, un fenómeno geológico digno de estudio ha captado la atención de científicos y observadores del cambio climático: la formación de una nueva isla a partir del retroceso del glaciar Alsek. Este glaciar, ubicado en una región dominada por montañas y hielo, ha experimentado una retirada sostenida durante las últimas décadas, lo que ha dado lugar al crecimiento de un enorme lago proglaciar, el lago Alsek.En el centro de este lago crece ahora una figura rocosa conocida como Prow Knob, que hasta hace poco estaba unida al glaciar. Hoy, completamente rodeada por agua, esta formación se ha convertido oficialmente en una isla, marcando una transformación que se ha desarrollado durante más de 40 años.Cómo se forma una isla desde un glaciarPara comprender este proceso, hay que imaginar el glaciar como una gran sábana de hielo que fluye lentamente como un río congelado. Durante décadas, el glaciar Alsek envolvía parcialmente a Prow Knob, una pequeña montaña de roca que sobresalía cerca del final del glaciar. Pero con el calentamiento global, las temperaturas han subido lo suficiente como para acelerar el deshielo, provocando el retroceso del hielo a un ritmo creciente.Desde 1984, el lago Alsek ha pasado de tener unos 45 kilómetros cuadrados a alcanzar los 75 kilómetros cuadrados en la actualidad. Esta expansión ha sido tan drástica que finalmente el glaciar perdió contacto con Prow Knob entre julio y agosto de 2025, según imágenes satelitales de la NASA. La montaña, que antes era parte del paisaje glaciar, ahora queda aislada por completo, como si un barco se hubiera soltado del muelle para flotar en aguas abiertas.La ayuda de los satélites para contar esta historiaLa transformación de este paisaje no se habría documentado con tanto detalle sin la mirada constante de los satélites. En este caso, las misiones Landsat de la NASA jugaron un papel fundamental. La imagen de 1984, capturada por el satélite Landsat 5, muestra el glaciar abrazando todavía a Prow Knob. En contraste, la imagen de agosto de 2025, tomada por Landsat 9, revela cómo la roca ahora está completamente rodeada por el lago.Estas comparaciones visuales son una herramienta clave para los científicos que intentan entender cómo el clima está remodelando la geografía terrestre. Los cambios que antes podían tomar siglos en desarrollarse, ahora ocurren en pocas décadas.Lo que dice la ciencia del hieloEl glaciólogo Mauri Pelto, del Nichols College, explicó que esta separación no es solo simbólica, sino también estructural. Ahora que el glaciar ya no toca la roca, su frente es menos estable y más propenso a desprendimientos de hielo (calving), lo que podría acelerar aún más su retroceso. Este comportamiento es común cuando un glaciar pierde su punto de anclaje.Curiosamente, el desprendimiento de Prow Knob se esperaba para el año 2020, según predicciones hechas en base al ritmo de deshielo observado entre 1960 y 1990. Sin embargo, el glaciar resistió cinco años más de lo anticipado, lo que abre la puerta a nuevas preguntas sobre los factores locales que pueden ralentizar o acelerar el deshielo, a pesar del calentamiento global generalizado.El nombre Prow Knob se lo dio el fotógrafo y glaciólogo autodidacta Austin Post en los años 60, por su parecido con la proa de un barco. Hoy, ese barco simbólico ha quedado definitivamente a flote, rodeado por las aguas de un lago en constante expansión.Cambios visibles, consecuencias invisiblesMás allá del impacto visual, este tipo de transformaciones geográficas trae consigo una serie de consecuencias ecológicas y sociales. Al cambiar el paisaje, también se alteran los hábitats naturales, las rutas de migración de animales, y la interacción humana con el entorno. El Servicio de Parques Nacionales de EE. UU. ha destacado que estos cambios pueden tener efectos duraderos y difíciles de prever.Por ejemplo, el crecimiento de lagos proglaciares no solo es un indicativo de deshielo, sino también un factor de riesgo para inundaciones repentinas si una represa natural cede. Además, la formación de nuevas islas, aunque interesante desde el punto de vista geológico, podría alterar el equilibrio ecológico de especies locales.Un laboratorio natural a cielo abiertoLa región del glaciar Alsek se convierte ahora en una especie de laboratorio natural, donde los científicos pueden observar en tiempo real cómo el planeta responde al calentamiento. La comparación entre las predicciones de décadas pasadas y los hechos actuales permite afinar modelos climáticos y mejorar la comprensión del comportamiento de los glaciares.Lo que ocurre en Alaska es un reflejo de una tendencia global. El retroceso de glaciares es uno de los principales motores del aumento del nivel del mar, y aunque los cambios en una región pueden parecer lejanos, sus efectos pueden sentirse a escala planetaria. El caso de Prow Knob es un recordatorio tangible de que el cambio climático no es un concepto abstracto, sino una fuerza transformadora que ya está redibujando los mapas del mundo.La noticia Una nueva isla emerge en Alaska: el legado visible del retroceso glaciar fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.