Presupuesto 2026: inician los debates con el fantasma de la 'dictadura fiscal' rondando

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El Congreso de la República arranca este lunes 22 de septiembre una semana clave para el futuro de las finanzas del país, en la que tras el fracaso de las comisiones económicas conjuntas el pasado 11 de septiembre, cuando la sesión se suspendió por falta de quórum, el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2026 llega a los debates sin que se haya votado el monto global.Con el fantasma del decretazo rondando nuevamente por los pasillos del capitolio nacional, dicho vacío implica que el proyecto se debe discutir con la cifra inicial presentada por el Gobierno por $557 billones, de los cuales $26,3 billones dependen de una ley de financiamiento, que en la práctica se entiende mejor como una reforma tributaria.Más información: Carf alerta que el déficit fiscal se sigue deteriorandoSi bien en la agenda todo apunta a que habrá debate, Portafolio conoció que al interior del Ejecutivo existe la intención de permitir que el trámite fracase para se repita el escenario de 2024, cuando por primera vez en la historia reciente el presupuesto terminó aprobado por decretazo presidencial.Con ello, el presidente Gustavo Petro tendría la potestad de fijar la cifra a su conveniencia, despejando el camino a su plan fiscal sin mayores concesiones; mientras que esa posibilidad ha encendido las alarmas dentro y fuera del Congreso, donde algunos hablan ya de una “dictadura fiscal”.Esta será una semana clave para las cuentas presupuestales del 2026.Imagen de ChatGPTUn fantasma que se repitePara entender mejor lo que sucede con el presupuesto, lo primero a decir es que la Constitución establece plazos estrictos para que el presupuesto se apruebe en el Legislativo, como, por ejemplo, el 15 de septiembre, que era la fecha límite para definir el monto global en comisiones conjuntas.Al no lograrse, la iniciativa avanzó con la cifra original del Ejecutivo, lo que genera un desequilibrio en el debate y ahora, entre el 15 y el 25 de septiembre, esas mismas comisiones deberán aprobar en primer debate la ponencia del proyecto; para que desde el 1 de octubre, las plenarias de Senado y Cámara deberán discutirlo artículo por artículo.Lea también: Más de 40 colombianos al día se han declarado en quiebra este añoEl problema es que el reloj corre en contra y con las sesiones suspendidas y los desacuerdos al rojo vivo, cada día perdido acerca al país al escenario de un nuevo decretazo; mientras que la Constitución permite que, si el 20 de octubre a medianoche no hay aprobación del Congreso, el presupuesto quede en firme tal como lo radicó el Gobierno.“No podemos ceder una función que nos da la Constitución a los congresistas que hacemos parte de las comisiones económicas para que por un decretazo repitamos la historia”, advirtió el representante a la Cámara Wilmer Castellanos, quien pidió diálogo y concertación para no dejar el control del gasto en manos exclusivas del Gobierno.Esta será una semana clave para las cuentas presupuestales del 2026.Imagen de ChatGPTLa pelea por el monto y la tributaria encubiertaEl choque de fondo gira en torno al tamaño del presupuesto y a la fuente de financiación, dado que el proyecto de 2026 asciende a $557 billones de pesos, un monto que congresistas como la senadora Angélica Lozano califican de “inflado”. Según ella, el Gobierno pretende atar al debate una reforma tributaria disfrazada de ley de financiamiento, que busca recaudar $26 billones adicionales, la más alta de la historia.“En estos 10 días tenemos que aprobar artículo por artículo y hay unos donde se da facultades al gobierno y al presidente para hacer movimientos a su antojo en algunos rubros, que son unos hoyos negros, unos huecos enormes que están alimentados con varios billones de pesos y que no se sabe para qué son ni tienen ningún control”, aseguró Lozano, quien anticipó una férrea oposición a los artículos que puedan comprometer el bolsillo de los colombianos.Otras noticias: Reforma pensional: se acabó el tiempo para presentar las actas de la CámaraEl Gobierno, por su parte, ha mostrado disposición a un recorte parcial. Cabe recordar que el ministro de Hacienda, Germán Ávila, planteó reducir estas cuentas en $10 billones, dejándolas en $547 billones.Así mismo, antes del fracaso de las Comisiones Económicas Conjuntas, desde la Casa de Nariño se planteó la posibilidad de ajustar la ley de financiamiento en igual proporción, de $26,3 a $16,3 billones; pese a que tanto los gremios, como los analistas han dicho en varias ocasiones que se necesita un recorte del gasto de más de $40 billones.Esta será una semana clave para las cuentas presupuestales del 2026.Imagen de ChatGPTTambién hay que decir que luego del fracaso del 11 de septiembre, por ahora todo parece moverse en un escenario en el que mientras la oposición y un sector de los partidos buscan reducir el monto, el Gobierno parece más cómodo con la inercia, pues el fracaso en las comisiones le permite conservar intacta su propuesta inicial.Este pulso revive el fantasma de la “dictadura fiscal”, un modelo en el que, por falta de consensos o voluntad política, el presupuesto termina definido unilateralmente por el presidente, sin contrapesos efectivos del Congreso.En todo esto, la senadora Lozano ha sido una de las voces más críticas frente a la forma en que el Gobierno plantea distribuir los recursos y para ella, además de la tributaria implícita, el proyecto contiene rubros opacos sin explicación clara de su destino, frente a los que advierte que son unos hoyos negros, alimentados con varios billones, que no se sabe para qué son ni tienen ningún control”.Consulte aquí: El dólar en Colombia cerró la semana afianzándose por debajo de los 3.900 pesosPor eso, su llamado es a que, de aquí al 25 de septiembre, cada artículo sea revisado con lupa y se frene cualquier intento de entregar facultades discrecionales al Ejecutivo.¿Debate o decretazo?El dilema es evidente frente a que o las comisiones económicas logran esta semana avanzar en un proyecto ajustado y consensuado, o el país se encamina a repetir el desenlace de 2024, cuando por primera vez en la historia reciente el presupuesto fue expedido por decreto.Esta será una semana clave para las cuentas presupuestales del 2026.Imagen de ChatGPTEl riesgo político es enorme, ya que de un lado, se profundiza la desconfianza en el Congreso, que ya carga con la señal de incapacidad para debatir una de sus leyes más importantes. Del otro, se fortalece la narrativa de un Ejecutivo que concentra el poder fiscal en medio de dudas sobre la transparencia del gasto y la suficiencia de sus fuentes de financiación.Así las cosas, lo que está en juego no es solo la cifra de $557 billones, ni siquiera los $26 billones de la tributaria, sino la legitimidad misma del proceso presupuestal, partiendo de que una democracia fiscal se construye en el debate, no en los decretos. Y en ese terreno, esta semana será decisiva para definir si Colombia reafirma el equilibrio de poderes o avanza hacia una peligrosa normalización de la dictadura fiscal.DANIEL HERNÁNDEZ NARANJOPeriodista de Portafolio