Rodeado de un paisaje que parece esculpido por el tiempo, existe un pueblo enclavado en las montañas del departamento de Norte de Santander que se encuentra protegido por enormes formaciones rocosas que se alzan como murallas naturales, creando un refugio lleno de historia, misticismo y belleza que cautiva a todo visitante.Ubicado en la cordillera Oriental de los Andes, en Norte de Santander, La Playa de Belén es reconocido como uno de los pueblos más bellos de Colombia y forma parte de la Red de Pueblos Patrimonio. Su encanto colonial se mezcla con un paisaje natural que parece esculpido por el tiempo.El mayor tesoro de este destino son los estoraques, monumentales formaciones rocosas que el viento y el agua han modelado durante millones de años. Sus murallas, torres y laberintos recuerdan catedrales góticas o ciudades perdidas en medio del desierto, creando un espectáculo visual que asombra a todo visitante.(LEA MÁS: El pueblo de Colombia que parece dormido, pero produce toneladas de oro cada año)Los EstorquesFuente: Parques Nacionales de ColombiaEstas esculturas de piedra no solo cautivan por su belleza, sino que también albergan un ecosistema único. Entre sus cárcavas crecen lapachos, arrayanes y guayabos, mientras diversas especies de fauna encuentran allí un hábitat protegido.Moldeadas pacientemente por la erosión, las imponentes formaciones actúan como guardianes naturales del territorio, ofreciendo un escenario donde naturaleza e historia conviven en perfecta armonía e invitan a explorar un tesoro geológico incomparable.(LEA MÁS: Muchos habitantes de este lugar ignoran que viven en una gran montaña de oro colombiana)¿Por qué la Playa de Belén es tan atractiva?La Playa de Belén cautiva por la perfecta combinación de patrimonio histórico y maravillas naturales. Tal como destaca la Red Turística de Pueblos Patrimonio, su casco urbano conserva intacta la arquitectura colonial: calles empedradas, casas blancas con tejas de barro y balcones floridos que enmarcan una plaza central dominada por la iglesia de San José.Allí también sobresalen el Templo y Claustro de San Francisco y tradiciones como las misas en Los Aposentos, celebradas entre los impresionantes estoraques, que reflejan la profunda conexión de sus habitantes con el entorno.La joya natural es el Área Natural Única Los Estoraques, un escenario de formaciones rocosas moldeadas por millones de años, con miradores y senderos que invitan a la aventura. Para los amantes del ecoturismo, el cercano Parque Natural Yaragua ofrece rutas de observación de flora y fauna, mientras que el Mirador de Los Pinos brinda panorámicas ideales para la fotografía.A su riqueza paisajística se suman vibrantes festividades que mantienen vivas las costumbres locales. Entre ellas destacan la Semana Santa, la Fiesta de San Antonio de Padua, las Fiestas de la Virgen del Carmen y de las Mercedes, además del Festival del Retorno, que permite a los visitantes integrarse a la vida comunitaria y experimentar de cerca su herencia cultural.¿Qué momento es perfecto para visitar este lugar?El mejor momento para visitar La Playa de Belén es durante la temporada seca, que generalmente se extiende de diciembre a marzo y de julio a agosto.Durante estos meses, los senderos y miradores del Área Natural Única Los Estoraques son más accesibles, las caminatas se disfrutan sin obstáculos por lluvias y el paisaje luce más claro, ideal para la fotografía y la observación de la fauna y flora local.