Preocupa la forma de financiar el déficit de la cuenta corriente: los escenarios

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La economía colombiana sigue dependiendo de recursos externos para mantener a flote sus cuentas, según concluye el más reciente informe del Banco de Bogotá sobre la balanza de pagos, que muestra cómo, pese a que el déficit de cuenta corriente ya era conocido, lo que preocupa es el modo en que se está financiando.De acuerdo con estos analistas, no es favorable que este renglón avance recurriendo a la deuda y con capitales de portafolio, dos fuentes que, aunque ofrecen liquidez en el corto plazo, también exponen al país a riesgos de volatilidad.Consulte aquí: Carf alerta que el déficit fiscal se sigue deteriorandoEn este documento, los analistas del equipo de Investigaciones Económicas confirman que en el segundo trimestre de 2025 el déficit corriente se ubicó en 2,5% del PIB, un punto más alto que en igual periodo del año pasado; aunque lo novedoso del análisis no son tanto las cifras, sino la sentencia de que el país sigue gastando más de lo que produce y la forma de cubrir ese exceso es cada vez más dependiente de recursos externos que no siempre son estables.El pulso entre importaciones y exportacionesUna de las razones del deterioro en la cuenta corriente tiene que ver con la dinámica comercial, ya que mientras las importaciones crecieron 8% en el trimestre, las exportaciones cayeron 3% y detrás de ese comportamiento está el repunte del consumo de los hogares y la mayor compra de bienes energéticos y de consumo.Colombia debería buscar otras formas de financiar el déficit de cuenta corriente.Imagen de ChatGPT“Gasolinas, teléfonos celulares y maíz amarillo encabezaron la lista de importaciones. también hay un salto en las compras de paneles solares, que aumentaron 244%, y de gas natural licuado, que subió 47%”, dice el reporte.Así las cosas, para el Banco de Bogotá, “estos datos muestran dos caras de la economía, por un lado, la reactivación de la demanda interna, con hogares que gastan más; por el otro, la transición energética, que se empieza a reflejar en las cifras de comercio exterior”.Lea también: Más de 40 colombianos al día se han declarado en quiebra este añoEn contraste, reportan que las exportaciones tuvieron un desempeño pobre en el que las ventas de petróleo se desplomaron 29% y las de carbón 27%, lo que explica buena parte del bache. En medio de esas caídas, hubo algunas luces por cuenta de que el café creció 64%, el oro 9% y el banano 12%. Sin embargo, esos aumentos no alcanzaron a compensar la pérdida de ingresos por los combustibles fósiles, que todavía representan una fracción importante del ingreso externo del país.Amortiguadores del déficitEl informe señala que el déficit en la cuenta de servicios logró moderarse gracias a mayores ingresos por turismo y transporte, ya que las llegadas de visitantes extranjeros aumentaron 11%, al tiempo que el transporte aéreo, especialmente de flores y cafés de especialidad, aportó divisas adicionales.Colombia debería buscar otras formas de financiar el déficit de cuenta corriente.Imagen de ChatGPTAún más relevante fue el comportamiento de las remesas, que alcanzaron un máximo histórico de US$3.277 millones en el trimestre, con un crecimiento anual del 13%. Este flujo de dinero enviado por los colombianos en el exterior se consolida como una de las principales fuentes de divisas para el país, incluso superando a varios productos de exportación.Si bien el déficit de cuenta corriente de 2,5% del PIB no es de los más altos que ha registrado el país, lo que genera preocupación es la forma de financiarlo, ya que la cuenta financiera cerró con un déficit de 1,8% del PIB, y la inversión extranjera de portafolio se disparó 269%, principalmente por la colocación de deuda pública y privada.Otras noticias: Reforma pensional: se acabó el tiempo para presentar las actas de la CámaraDe igual forma, la inversión extranjera directa (IED) también creció, con un aumento del 22% impulsado por los sectores financiero, petrolero y manufacturero. Sin embargo, el informe advierte que este indicador tiene un papel más estable y de largo plazo, mientras que los capitales de portafolio, bonos y títulos que compran inversionistas extranjeros, son mucho más volátiles y en épocas de turbulencia financiera global, esos recursos pueden salir con rapidez, dejando al país con un hueco difícil de cubrir.En otras palabras, la economía colombiana se financia cada vez más con deuda y con capitales de portafolio, una estrategia que da oxígeno en el corto plazo, pero que también incrementa la vulnerabilidad externa.Colombia debería buscar otras formas de financiar el déficit de cuenta corriente.Imagen de ChatGPTUn déficit manejable, pero con riesgosPara el Banco de Bogotá, el déficit de cuenta corriente todavía es manejable en términos de su magnitud, dado que la estimación es que este indicador podría cerrar el año en 2,6% del PIB, un nivel que no prende alarmas inmediatas; aunque el problema, insiste el informe, es la calidad de su financiamiento y la estructura que lo sostiene.“El país está gastando más de lo que produce y lo financia con deuda. Esa dependencia implica que, en caso de un shock externo, como una caída en los precios del petróleo más fuerte, un aumento global de tasas de interés o una reducción en la confianza de los inversionistas, Colombia tendría menos margen de maniobra para reaccionar”, señalaron.Más información: El dólar en Colombia cerró la semana afianzándose por debajo de los 3.900 pesosEl análisis enfatiza que esta situación contrasta con lo que ocurre en algunos países de la región que han logrado reducir su déficit externo a partir de una mayor diversificación de exportaciones o de un superávit en servicios. En el caso colombiano, esa diversificación avanza, pero todavía no compensa el peso de los hidrocarburos.Colombia debería buscar otras formas de financiar el déficit de cuenta corriente.Imagen de ChatGPTDe cara al cierre de 2025, el Banco de Bogotá espera que el déficit se mantenga alrededor de 2,6% del PIB, resaltando que las importaciones seguirán creciendo, en parte por la recuperación del consumo de los hogares, mientras que las exportaciones enfrentan un panorama incierto por la volatilidad de los precios de los energéticos.De igual forma, sentenciaron que las remesas continuarán siendo un factor estabilizador, y el turismo muestra señales de consolidación. No obstante, la recomendación implícita del informe es clara y es que Colombia debe encontrar maneras de financiarse con recursos más estables y sostenibles, y no depender tanto de deuda y portafolio.DANIEL HERNÁNDEZ NARANJOPeriodista de Portafolio