El pasado domingo 21 de septiembre, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, anunció el reconocimiento «formal» del estado de Palestina, abogando por la solución de la coexistencia con Israel. Australia y Canadá se sumaron a la iniciativa —que España, junto a Irlanda y Noruega, ya adoptó en mayo de 2024— y horas más tarde lo hizo Portugal. Además, Francia prevé hacer lo mismo en las próximas horas, en la reunión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Esta serie de reconocimientos han provocado la reacción airada del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que ha calificado estas decisiones de «premios al terror» tras el ataque del 7 de Octubre, y ha advertido que el estado palestino «no va a ocurrir». La medida quiere incrementar la presión sobre Israel y sus operaciones militares en la Franja de Gaza , buscando que cese la crisis humanitaria y la matanza de la población civil. Sin embargo, más allá del contexto actual, este reconocimiento supone una modificación del orden internacional. Para entender qué supone el reconocimiento, hay que detenerse primero en qué es un estado. Aunque no hay una única definición, suele convenirse en que están compuestos por cuatro elementos: territorio, población, soberanía y órganos de gobierno. Algunas visiones académicas disgregan también el uso monopolístico de la fuerza, si bien otras opiniones la integran en los otros elementos. En cualquier caso, esta definición tiene que verse respaldada, en el ámbito práctico, por el reconocimiento por parte de otros estados . De forma simplificada, se puede ver que los elementos de un estado los definen de forma interna, mientras que el reconocimiento lo define externamente. Esta decisión, absolutamente discrecional, es la base de todas las relaciones internacionales y el factor más determinante de la acción política de la diplomacia. Al hacerlo, un país reconoce a otro la plena capacidad para mantener relaciones con cualquier otro sujeto del derecho internacional, en los términos que ellos deseen. La principal consecuencia es la de la adquisición de la personalidad jurídica internacional como estado, lo que otorga una serie de derechos y obligaciones relativos tras el reconocimiento. Esta condición es imprescindible, por ejemplo, para la firma de tratados. Además, permite el establecimiento de relaciones diplomáticas 'plenas', que están protegidas en el derecho internacional. Se puede, por ejemplo, establecer embajadas recíprocas entre los dos países, aunque puede verse limitada por las circunstancias. De hecho, Macron informó el domingo que, aunque Francia reconozca Palestina, no establecerá una embajada hasta que Hamás libere a todos los rehenes. Además, se reconoce implícitamente la autoridad de su Gobierno. Sin embargo, esto es problemático en el caso palestino. Los territorios que se consideran Palestina no están unidos y tienen gobiernos diferentes: la Autoridad Palestina en Cisjordania y Hamás en la Franja de Gaza . El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en la declaración institucional en la que se anunció el reconocimiento en mayo del año pasado, ya señaló a los primeros como interlocutores de nuestro país, además de reclamar la unión de los dos terrorios. Mostró, asimismo, su rechazo a Hamás, ya que además estos no aceptan la solución de los dos estados. El 15 de noviembre de 1988, el Consejo Nacional Palestino, órgano legislativo de la Organización por la Liberación de Palestina, declaró el estado Palestino. Ya entonces los países árabes y musulmanes procedieron a reconocerlo como soberano, así como la Unión Soviética y los países de su órbita, China y algunos países africanos. Los aliados de Israel, con Estados Unidos a la cabeza, aunque abogaban por la solución de los dos estados a la luz de la resolución de la ONU de 1947, no reconocieron Palestina en tanto que estos —junto a sus socios— no reconocían a Israel. El 28 de mayo del año pasado, España, Irlanda y Noruega reconocieron Palestina, en un gesto que quiso reforzar la solución de los dos estados, aunque se hizo en el contexto de la ofensiva israelí sobre Gaza tras los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023 , en la que asesinaron a 1.195 personas y secuestraron a 251. Eslovenia se sumó al reconocimiento unos días más tarde. El pasado domingo 21 de septiembre, Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal también formalizaron su reconocimiento; y se espera que Francia, Bélgica, Luxemburgo, Androra, Malta y San Marino lo hagan en la Asamblea General de la ONU que tiene lugar esta semana en su sede central de Nueva York.