Si el Liverpool hubiera sido inteligente, en lugar de fichar a Isak por 150 millones o a Ekitiké por 90, habría cerrado la contratación de Marcos Llorente porque el rojiblanco entra en trance cuando pisa el césped de Anfield, donde ha marcado cuatro goles en las dos últimas visitas del Atlético al templo 'red'. En 2020 protagonizó el triunfo de los colchoneros y en esta ocasión lideró la resurrección de los rojiblancos que llegaban muy tocados en ataque sin Julián. Baena o Almada. Sin embargo, el poderío del Liverpool arruinó el esfuerzo colchonero con un gol postrero de Van Dijk en un córner en el que le ganó la posición a Le Normand en el descuento para cerrar el triunfo local. Una derrota cruel para un Atlético que mereció más. Seguir leyendo....