La literatura georgiana, contra Putin: «Nuestros escritores se esfuerzan por confrontar los nuevos intentos de ocupación rusa»

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«Así vivíamos nosotros en Georgia , a veces dibujábamos un infierno y a veces una cordillera azul», escribe el poeta Besik Kharanauli en 'La canción de los muertos'. Kharanauli es uno de los poetas georgianos más reconocidos. También es el primero que da pie a la obra 'Poesía Georgiana Contemporánea' (Huerga y fierro editores) cuya edición ha estado a cargo de la prestigiosa traductora Lana Kalandia . En una larga antología que reúne 16 autores han tratado de plasmar algunas de las voces más influyentes de cada generación. Una selección que acerca por primera vez la poética georgiana a los lectores hispanohablantes. «En la antología conviven corrientes que dialogan con la tradición y la identidad, junto a otras que se atreven a romper con esos lazos para abrir nuevos horizontes creativos. Tratamos de ofrecer un mapa vivo y diverso», explica Kalandia a nuestro medio. La ubicación geográfica de Georgia entre Asia y Europa explica muy bien cada una de las corrientes que despliegan los poetas con sus versos. Destacan voces poderosas como la de Lia Liqokeli o Eka Kevanishvili. La traductora explica que la escritura de las autoras se distingue por «una fuerte valentía expresiva, intensidad emocional y una mirada lúcida hacia el mundo», donde no hay temor para abordar lo personal y social con la misma claridad. Uno de los elementos más importantes y de plena actualidad es el rechazo de los autores hacia el autoritarismo , sobre todo, recordando aquella agresión de Putin. «No podemos olvidar que en 2008 fuimos el primer país de la antigua Unión Soviética que sufrió un ataque ruso , un hecho que marcó profundamente nuestra historia reciente y la conciencia colectiva», agrega Kalandia. Un pedazo de historia que también tienen muy presente autoras como Nato Ingorokva que advierte en su poema 'El olvido' que no creamos que el tiempo lo cura todo. La frontera que separa Georgia de Rusia son 723 kilómetros . Este trasfondo geográfico y los antecedentes políticos ha provocado que muchos autores sigan muy de cerca la guerra de Ucrania y el insistente autoritarismo ruso hacia su país. Dentro de esta visión crítica destacan poetas como Giorgi Lobzhanidze que dedica poemas a los niños ucranianos o las ya mencionadas Ingorokva y Kevanishvili . Lana Kalandia detalla que las autoras definen un panorama literario que no es ajeno a la realidad, donde la poesía se convierte en un testimonio que clama por la libertad y la defensa de la identidad frente a la opresión. Actualmente Georgia atraviesa un panorama político crítico. Desde noviembre de 2024, miles de georgianos han salido a la calles a protestar contra la proximidad a Rusia y distanciamiento de Occidente. Son muchos los que consideran que la justicia ha sido instrumentalizada, se habla incluso de un 'Diseño autoritario' y la tensión preelectoral de cara a las elecciones (octubre, 2025) se palpa en el ambiente. A este sinnúmero de adversidades políticas y otras económicas, ha hecho frente el F estival Internacional de Literatura de Tiflis (TIFL) , el encuentro literario más importante de Georgia que se celebrará del 19 al 23 de septiembre. El TIFL cumple diez años sumido en una grave crisis sociopolítica que azota todo el país. Desde su creación ha acogido alrededor de 200 autores de 40 países con el fin de conectar a los lectores georgianos con las tendencias literarias globales creando oportunidades de colaboración. Su directora Natasha Lomouri explica que los escritores georgianos están a la vanguardia de las protestas que se están llevando a cabo en su país, ya que «la literatura y el arte no pueden mantenerse al margen de este complejo panorama sociopolítico». Según relata a nuestro periódico, la literatura georgiana actual está profundamente ligada a las luchas sirviendo como voz de protesta y actuando como una brújula moral, reflejando los acontecimientos en lugar de limitarse a contar historias. Puntualiza que los escritores georgianos «se esfuerzan por crear textos ingeniosos e intransigentes que confronten los nuevos intentos de ocupación por parte de Rusia ». Recalca que el principal desafío de sacar adelante la décima edición del festival ha sido financiero, porque «las políticas culturales han virado hacia la represión». Esto ha provocado que dependan únicamente de socios internacionales, fundaciones y embajadas. Tanto Natasha Lomouri , Directora del TIFL, como Lana Kalandia , traductora al georgiano de grandes nombres como Vargas Llosa , García Márquez o Javier Marías , representan el esfuerzo de llevar la poesía georgiana a otras lenguas y latitudes. Admiten que su voluntad nace del amor por la literatura, del deseo de darle a su país una alegría teniendo en cuenta una resistencia que debe avanzar, a pesar de tener al invasor cerca. «Europa es un dirigible rosa […] aunque hay más aspirantes / de los que caben en el dirigible», escribe la poeta georgiana Lela Samniashvili en su poema 'Dirigible'. Y es que la buena poesía siempre aspira a la libertad. No al autoritarismo.