En estos días muchos hemos regresado a la ciudad para reencontrarnos con nosotros, cada cual desde la propia experiencia vacacional pero todos queriendo retomar nuestra identidad vivencial. Quienes acumulamos muchas décadas volviendo a nuestro hábitat tras el descanso estival, sabemos bien que cada año nos embarga la misma sensación de vuelta a la esencia e identidad vital que nos define. El reloj existencial señala con periódica exactitud hitos y fiestas que marcan intensamente nuestro personalísimo tiempo, contando estíos vividos, navidades celebradas, años que se suceden con campanadas repletas de buenos deseos, cuaresmas y primaveras esperanzadas, azahar, incienso, alamares, farolillos y otra vez las tan deseadas vacaciones estivales. Con los años cambian las generaciones, costumbres y tendencias, suscitando nostalgia lo ya... Ver Más