Con 'Poquita fe' basta para sobrevivir a la vida en pareja, a los vecinos pesados y a las batallas por el piso. Aunque igual hace falta mucha para enfrentarse al problema de la vivienda. Con o sin ella, 'Poquita fe' vuelve con una segunda temporada que aterriza el jueves en Movistar Plus +. «Los personajes demuestran una resiliencia enorme. Es un amor contra viento y marea. Lo pone tan difícil el entorno, el conflicto de la vivienda, que es un tema no menor...», reconoce Raúl Cimas, protagonista de la serie, que ya adelantó durante el Festval de Vitoria, en su presentación, uno de los temas que van a tener que asumir a lo largo de la serie: los precios de la vivienda. La llegada de esta comedia a la plataforma fue un éxito. La forma de abordar la vida misma, con todo lo cotidiano y extraordinario, desde el humor, fue una de las claves que conquistó a la audiencia. «'Poquita fe' es lo que buscas todo el rato, que suceda un milagro y nunca pasa. Aquí lo tenemos, con un guion increíble en el que son capaces de hacer humor de esos pequeñitos detalles. Esta segunda temporada es otro milagro», reconoce Fran Araújo, productor de la serie. En esta segunda parte, Berta (Esperanza Pedreño) y José Ramón (Raúl Cimas) siguen luchando por salvar su relación, pero, efectivamente, se quedan sin piso y la solución de emergencia no parece la más ideal: mudarse con los padres de ella. Y con la cuñada. Y, por supuesto, con el vecino siempre al acecho. A eso se suman Pilar, recién llegada de sus aventuras tailandesas, la madre de él y un compañero del trabajo que no ayuda demasiado. Y un jersey de alpaca... pero esa historia ya se verá. «La gente tiene cierta tendencia a pensar que las cosas de barrio van a funcionar solo en ese barrio, pero todos nos parecemos bastante más de lo que a muchos nos cuesta creer. Hablamos de una pareja normal, con problemas, con sus vecinos… todo el mundo tiene un vecino, cuñada… y los problemas que dan lugar a la comedia son universales», explica Cimas. La ficción pone delante de la pantalla la vida misma. «Es una serie que define a un país, que apela a un montón de cosas», reconoce su productor. En esta aventura, Berta y José Ramón no están solos. Su familia y sus amigos están con ellos en las buenas y en las malas. «Cuando hacemos el mapa de tramas, procuramos que estén equilibrados y que salgan todos más o menos lo mismo. Al fin y al cabo es una comedia romántica neoyorquina, pero en Moratalaz», reconocen sus creadores Pepón Montero y Juan Maidagán, que no quieren restar importancia a cada uno de los integrantes del reparto y a sus tramas. Rodar 'Poquita fe' es como colar una cámara en casa de cualquier español y vislumbrar desde las broncas por quién baja la basura, el dilema eterno de si se cena tortilla o ensalada y la paz fingida cuando suena el timbre y aparece la suegra. «En el rodaje hemos sufrido, ha habido mucha lluvia, muchos problemas. Hay muchas localizaciones, mucho decorado, estás todo el día para arriba y para abajo…», aseguran los creadores. Entre hipotecas imposibles y alquileres eternos, siempre queda 'Poquita fe' para reírse.