Un mapa 3D que revela el esqueleto urbano del planeta

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Un nuevo mapa tridimensional global ha logrado capturar con sorprendente detalle la forma y altura de casi todos los edificios del mundo. Esta hazaña, bautizada como GlobalBuildingAtlas, marca un hito en la comprensión del entorno construido a nivel planetario. Con un total de 2.750 millones de edificaciones representadas en tres dimensiones, el modelo ofrece una herramienta sin precedentes para estudiar desde la planificación urbana hasta los efectos del cambio climático.Un atlas tridimensional de la vida urbanaEl mapa fue desarrollado por un equipo internacional liderado por la Universidad Técnica de Múnich, y su publicación en la revista Earth System Science Data no ha pasado desapercibida. A diferencia de los tradicionales mapas 2D que apenas delinean superficies, este nuevo modelo incorpora la altura y volumen de cada estructura, proporcionando una imagen mucho más rica del paisaje urbano.El nivel de precisión es notable: cada edificio fue modelado con una resolución espacial de 3 por 3 metros, utilizando imágenes satelitales de 2019 combinadas con algoritmos de aprendizaje profundo (deep learning). Para entrenar el sistema, se utilizaron datos de referencia generados por sensores LiDAR (detección por luz y distancia) en 168 ciudades de Europa, América del Norte y Oceanía.Esta base de datos representa algo más que una colección de cifras. Equivale a abrir una ventana a las dinámicas del crecimiento urbano, el acceso a infraestructura y la desigualdad en el desarrollo de las ciudades.Una radiografía del crecimiento desigualUno de los aspectos más sorprendentes del estudio es la radiografía global que ofrece sobre cómo y dónde se concentra la construcción. Asia lidera ampliamente el panorama: alberga cerca de 1.220 millones de edificaciones, lo que representa casi la mitad del total mundial. Su volumen construido alcanza los 1,27 billones de metros cúbicos, reflejando la rápida urbanización de países como China e India.África, por su parte, ocupa el segundo lugar en número de edificios, con 540 millones de estructuras, pero su volumen total es mucho menor: apenas 117 mil millones de metros cúbicos. Esta diferencia evidencia la prevalencia de construcciones bajas y pequeñas en el continente, un dato relevante para entender las limitaciones en infraestructura habitacional y servicios urbanos.Las comparaciones entre países también revelan desigualdades profundas. Por ejemplo, en Europa, Finlandia presenta un volumen de construcción per cápita seis veces superior al de Grecia. En África, el caso de Níger es aún más drástico: su volumen construido por habitante es 27 veces inferior al promedio mundial. Estas métricas permiten visibilizar que la mera extensión territorial urbanizada no refleja con fidelidad las condiciones de vida o el nivel de desarrollo.Aplicaciones para la ciencia y la sociedadLas implicaciones de este mapa trascienden la simple visualización. Su potencial es inmenso en campos como la gestión del riesgo de desastres naturales, la modelización del cambio climático o el seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Por ejemplo, ante un terremoto, saber la altura y densidad de los edificios en una zona permite estimar con mayor precisión las posibles afectaciones. En ciudades costeras vulnerables al aumento del nivel del mar, el volumen construido en áreas bajas ayuda a anticipar impactos y planificar evacuaciones o adaptaciones.En la investigación urbana, este recurso es especialmente valioso. Dorina Pojani, experta en planificación de ciudades en la Universidad de Queensland, destaca que tradicionalmente los estudios se han basado en datos bidimensionales, lo que limita la comprensión real del espacio construido. Con este nuevo modelo, se abre la posibilidad de hacer análisis más completos sobre la relación entre densidad urbana, servicios públicos y equidad social.También hay una dimensión política y ética: el seguimiento del crecimiento irregular o desproporcionado de ciertos enclaves podría facilitar la detección de corrupción en licencias de construcción, identificar zonas de expansión no planificadas o monitorear el cumplimiento de normativas ambientales y urbanísticas.Tecnología al servicio del planetaLograr esta cartografía tridimensional a escala global era una tarea impensable hasta hace poco. Tradicionalmente, los mapas 3D requerían recursos costosos como el escaneo láser aéreo o imágenes estereoscópicas de alta resolución. El equipo liderado por Xiaoxiang Zhu logró sortear estas limitaciones mediante el uso de inteligencia artificial y datos satelitales ampliamente disponibles, optimizando costos y ampliando la cobertura.El modelo fue alimentado con cerca de 800.000 escenas satelitales, y gracias al entrenamiento del algoritmo con datos LiDAR, fue posible extrapolar la altura de edificios en zonas donde estos datos no existen. Es como si se hubiera aprendido el «idioma» de las ciudades observadas con precisión, para luego aplicarlo al resto del mundo con un alto nivel de confianza.Este avance representa un ejemplo claro de cómo la ciencia de datos, la inteligencia artificial y la observación terrestre pueden combinarse para ofrecer herramientas tangibles con impacto social y ambiental.Un punto de partida, no un finalA pesar de su alcance, los propios autores del estudio reconocen que el GlobalBuildingAtlas no es una fotografía definitiva, sino un punto de partida. Los datos se basan en imágenes de 2019, por lo que el mapa no refleja los cambios ocurridos en los últimos años. Aun así, es un recurso invaluable para establecer líneas base de análisis y para inspirar desarrollos futuros, incluyendo actualizaciones periódicas que permitan observar la evolución del entorno urbano a lo largo del tiempo.La capacidad de observar el planeta desde esta nueva perspectiva tridimensional nos ofrece una comprensión más profunda y humana del lugar donde vivimos. No solo es una hazaña técnica, sino un espejo del modo en que nos organizamos, construimos y proyectamos nuestras ciudades.La noticia Un mapa 3D que revela el esqueleto urbano del planeta fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.