El padrino de la robótica dice que la fiebre de los humanoides es una burbuja condenada al fracaso

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Rodney Brooks, el hombre que consiguió que media humanidad dejase de barrer gracias a la Roomba, asegura que la fiebre actual por los robots humanoides es una burbuja financiera a punto de estallar. El cofundador de iRobot no se muerde la lengua y advierte de que la industria está quemando millones persiguiendo una fantasía de ciencia ficción que ignora por completo la física básica y la rentabilidad económica.Lo cuenta en una entrevista para The New York Times, donde desmonta el relato que venden empresas como Tesla o Figure. Según su experiencia, fabricar máquinas con piernas para hacer tareas generales es un error de ingeniería garrafal, una postura que ya defendió hace poco al calificar estos proyectos de "fantasía millonaria" que subestima la dificultad real de replicar la biología humana.Piernas torpes y baterías que no duranEl argumento principal de Brooks es pura eficiencia: la biología no siempre es la mejor solución industrial. Mantener el equilibrio sobre dos piernas consume una cantidad absurda de energía y batería, lo que hace inviable operar turnos completos. Además, si un "trasto" de 80 kilos se cae, el destrozo es monumental. Aunque veamos robots chinos más baratos que un iPhone inundando el mercado, la realidad física juega en su contra para cualquier trabajo serio.Otro punto crítico es cómo pretenden enseñarles a moverse. Tesla quiere usar el mismo método de aprendizaje por vídeo que en sus coches, pero Brooks avisa de que eso no funciona para manipular objetos. Un coche solo gira y frena; una mano robot necesita "sentir" la presión y gestionar la fricción en un entorno caótico, algo que no se aprende simplemente mirando horas de YouTube.Lo que vemos en las presentaciones suele estar muy cocinado para impresionar a la galería. Ya hemos pillado a marcas haciendo trampas, como aquella demo de Tesla que sugería autonomía falsa cuando había teleoperación detrás. La realidad es que, fuera del plató, estos robots siguen siendo torpes y peligrosos en casa, muy lejos de la utilidad real que prometen para justificar sus valoraciones bursátiles.Para el padre de la robótica moderna, el futuro útil tendrá un aspecto mucho más aburrido. Los robots que triunfarán en 15 años llevarán ruedas para no caerse y brazos especializados, no manos humanas. Aunque ya puedas comprar asistentes humanoides como NEO, la ingeniería pragmática y la eficiencia de costes siempre acaban ganando a la estética de película.La advertencia de Brooks llega en el momento justo para enfriar los ánimos. Si la historia se repite, veremos caer muchas de estas empresas prometedoras cuando los inversores se den cuenta de que imitar al ser humano es la forma más cara, lenta y complicada de automatizar un trabajo que una máquina con ruedas haría mejor.El artículo El padrino de la robótica dice que la fiebre de los humanoides es una burbuja condenada al fracaso fue publicado originalmente en Andro4all.