Los casos de acoso sexual siguen salpicando a un PSOE que cada jornada suma uno más a sus filas, una situación que llega en pleno proceso electoral en Castilla y León y, con ello, al ya de por sí «asco» que en palabras del propio secretario autonómico, Carlos Martínez , provocan estos hechos, se suma el coste que puede tener en forma de sangría de votos. Y eso en una formación que en la Comunidad no acaba de encontrar el rumbo y que, ahora, se topa con una nueva vía de agua muy difícil de tapar con corrientes que la afectan de ello. Por Valladolid era el senador Javier Izquierdo , miembro de la Ejecutiva Federal, quien el pasado jueves dimitió de todos sus cargos y al que se ha abierto expediente informativo por posibles denuncias de acoso. También fue secretario provincial de los socialistas, procurador y delegado del Gobierno en la Comunidad. Así que con la mirada puesta en marzo, los socialistas tratan de recomponerse ajustando el mensaje e, incluso, tomando algunas decisiones. Es lo que hizo ayer la ejecutiva provincial de Burgos que se reunió para aprobar la lista a las Cortes de Castilla y León para las elecciones de marzo y acordó una medida inédita: «La obligatoriedad de que sus cargos institucionales y orgánicos reciban una formación específica en igualdad, feminismo y prevención de la violencia de género». Así lo señalan fuentes del partido que hicieron hincapié en que « con esta iniciativa, los socialistas burgaleses se convierten en la primera agrupación nacional en instaurar esta formación obligatoria y específica, integrándola como parte de su programación anual». La secretaria general del PSOE de Burgos y exportavoz de la Ejecutiva federal, Esther Peña , recalcó sobre lo sucedido estos días que «las políticas específicas para proteger a las mujeres son ineludibles para todos» . «No basta con legislar o con rechazar la violencia, hay que desarmar las estructuras que mantienen la desigualdad entre hombres y mujeres». Junto a Peña, Carlos Martínez, presente ayer en la Asamblea de Soria, también continuó con su mensaje de que « el feminismo tiene que ser el pilar del proyecto político del PSOE , en nuestras políticas públicas» porque, según dijo, «el cambio estructural no se hace solo desde el ámbito orgánico del partido, se hace desde las instituciones». «Desde gobiernos que crean servicios públicos, que refuerzan la red de cuidados, que protegen a las víctimas, garantizan derechos reproductivos, aseguran igualdad salarial, abren oportunidades laborales y no recortan en políticas de igualdad», enumeró a modo de programa electoral. Ante la realidad que acorrala a su partido, reconoció que « hoy a los socialistas nos duele la corrupción ética y moral , porque erosiona la confianza, genera hartazgo y provoca asco». Por ello, «no cabe la resignación ni el silencio, sino la coherencia, más feminismo y más honestidad», informa Ical. En este sentido, admitió al inicio de su alocución que «no se puede obviar lo que está pasando» , y lamentó que es «duro, incómodo y doloroso» los casos de acoso y de machismo que se han conocido en los últimos días y que salpican a su partido. «No podemos empezar como si nada estuviera pasando. No sería coherente, honesto, feminista y socialista y no podemos mirar hacia otro lado», expresó. Carlos Martínez, tras hablar de la 'tormenta #MeToo' socialista, viró en su discurso hacia la Junta para cargar contra un gobierno «cuya única aspiración es seguir gobernando con la extrema derecha, con quienes niegan la violencia machista, con quienes suprimen consejerías de igualdad, con quienes desmantelan las políticas públicas que son la única real para transformar la sociedad, con quienes se han negado a unirse al pacto de Estado contra la violencia de género desde hace ya más de 15 años». Frente a eso, apuntó, «el PSOE de Castilla León tiene que dar un paso al frente». Para el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno autonómico, su partido «está hoy más que nunca al frente de esa nada y está al frente para dar respuestas». «Gobernar Castilla León desde el feminismo significa transformar la realidad cotidiana de las mujeres, especialmente de las del medio rural y dar protección frente a la violencia y corresponsabilidad real». Y, sobre todo, remarcó Carlos Martínez, «significa igualdad entre mujeres y hombres, pero también igualdad territorial, igualdad de oportunidades y dignidad». «Ante el machismo no cabe tibieza, cabe la acción, ante la nada no cabe la resignación, cabe gobernar» , concluyó.