Fernando Fernández Cabezuelo ya es el hermano mayor de la Macarena. Ha jurado esta tarde en la basílica y la nueva junta de gobierno ya ha tomado posesión de sus cargos. Como primer reto, tienen que preparar en apenas cinco días el besamanos de la Virgen de la Esperanza en la parroquia de San Gil con motivo del centenario de este culto. Miguel González de la Bandera, prioste de la Esperanza, no ha jurado su cargo siendo el responsable de la preparación y el montaje del besamanos de los próximos días. Los demás miembros tendrán que celebrar en las próximas horas el primero de los cabildos de oficiales para organizar este culto extraordinario en una semana muy intensa para la Macarena con la vuelta de la Virgen tras la restauración de Pedro Manzano y esta toma de posesión. Tal y como señaló Fernando Fernández Cabezuelo, el besamanos será en San Gil aunque tienen que señalar los detalles de un culto al que se acercan miles de personas cada año y teniendo en cuenta el plan que tiene el hermano mayor de colocar los bancos para poder rezar ante la Virgen de la Esperanza y las características que tiene la parroquia con tres naves, capillas laterales y un presbiterio distinto al de la basílica. La previsión que se maneja es que el besamanos sea desde el día de la festividad de la Virgen de la Esperanza, el jueves 18, hasta el domingo 21 en una estampa que volverá a ser histórica para la cofradía ya que la imagen no volvía a San Gil desde 2014 cuando entró en el templo en la procesión extraordinaria por el medio siglo de su coronación canónica. También, Fernández Cabezuelo y su junta de gobierno tendrá que hacer frente en los próximos días del nombramiento de los cargos de confianza de la hermandad como por ejemplo son el capataz o capataces, el vestidor o el capitán de los armaos, entre otros múltiples puestos de una corporación que ya ha superado los 18.000 hermanos.