Que la Península y el norte de África se están juntando es algo que viene sucediendo desde hace cientos de miles de años. Pero cómo lo están haciendo, el modo en que se está moviendo la parte superior de la corteza terrestre, sigue una ruta que aún está dibujándose. Nuevos datos muestran que el terreno que hoy forman España y Portugal está girando de este a oeste, en el sentido de las agujas de un viejo reloj. Las placas sobre las que descansan ambos lados del Estrecho se están acercando y comprimiendo un poco más cada año. Las consecuencias, muy a largo plazo, serán enormes: el Mediterráneo volverá a ser un mar cerrado, África y Europa serán una por el oeste y lo que hoy es el sur ibérico mirará hacia América o se habrá fusionado con la zona de Ceuta.Seguir leyendo