En el barroco final se dieron cruces de influencias intereuropeas , partiendo en la mayoría de los casos de Italia, espejo en el que se miraban las otras grandes potencias musicales, como Francia y Alemania. Este programa viene a ofrecernos una importante muestra, teniendo además la vista puesta en la Navidad, que siempre resultó uno de los referentes más importante de la música europea, y que en este concierto auspicia el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla . El mismísimo Bach fue el más destacado aglutinador de estas músicas, tanto por conocedor de la música alemana, como por el brillo parecía llegarle de la música francesa, al paso de los avances que supusieron los compositores italianos como Vivaldi. De las cuatro suites para orquesta que escribió el de Eisenach iniciaba el concierto la nº 1, con presencia destacada de las maderas (dos oboes y un fagot), cuerdas y el continuo. Volvía a hacerse cargo de la orquesta la violinista polaca Martyna Pastuszka , que colocaba a los mencionados instrumentos de madera al lado derecho del espectador, la cuerda enfrente y el continuo en el centro. La idea resultó excelente, ya que cobraron protagonismo en diversos momentos, como en esta 'Suite orquestal nº 1' en Do mayor BWV 1066 de Bach : el oboísta Jacobo Díaz es colaborador habitual de la OBS y lo notamos más implicado que nunca, al igual que Katy Elkin , no sabemos si 'presionados' por el fagot lacerante e incansable de Alberto Grazzi , formando un trío que aportó no sólo color sino efusividad y aliento en algunos momentos en que escasearon. Pero Pastuszka había iniciado la interpretación espoleando a sus huestes con un volumen extremo, de forma que cualquier matiz tenía que pasar por apianar. Por otro lado, no sabemos si necesita más ensayos con la orquesta o es que resta importancia a que la transparencia y la extrema afinación y conjunción habituales sean sus prioridades. También notamos un desequilibrio entre las cuerdas, potenciando en extremo los graves y aligerando los medios/agudos: no recordamos haber visto nunca las violas 'escondidas' entre los violines I y II, sin que sepamos para qué, si no era para anularlas. La Bourrée I sufrió una velocidad alta, aunque esto es algo habitual hoy día; pero aquí sólo conseguía aligerar su interpretación a favor de un contraste forzado. Lo peor fue el sonido conjunto de la orquesta, en la que las limpias texturas habituales parecían deshilacharse en un sálvese quien pueda. Ella se limitó a una especie de coreografía nerviosa que no la deja estar quieta. Algo parecido ocurrió con el 'Passepied' , aunque aquí destacó más el diálogo entre las cuerdas y las excelentes maderas. Estas tuvieron otro momento relevante en el 'Concierto para 2 oboes y fagot' en Do mayor de Telemann . Desde finales de la Edad Media surgió la necesidad de plasmar plásticamente el nacimiento de Cristo, y se empezó por los belenes vivientes (el primero se le atribuye a San Francisco de Asís), para pasar luego a representaciones vinculadas a los paisajes locales, lo que incluía a los pastores con sus rebaños. Primero fueron cantos monódicos, luego motetes polifónicos hasta que en la Italia del barroco la música se dejó seducir por el 'concerto grosso', del que surgieron los 'concertos per la notte di Natale'. El 'Concerto grosso Op. 8 nº 6', 'Pastorale per il Santissimo Natale' en Sol menor de Torelli correspondía a uno de ellos y Pastuszka quiso entrelazarlos con el 'Salve Regina' HWV 241 de Haendel , para ensamblar en estos tiempos que corren lo humano con lo divino, según pudimos entender. Aurora Peña se encargó de poner voz a la 'Salve', a la que prodigó de matices varios, jugando siempre con atinados contrastes. En el 'Eia ergo' destacó Mercedes Ruiz en un descomunal aporte chelístico que mostraba su virtuosismo y musicalidad. Más tarde ya advertimos en Peña una claridad de dicción que no perdió ni en el ' Quoniam Tu solus sanctus' del 'Gloria' HWV deest de Haendel , donde las coloraturas eran tan estrechas que a veces parecían trinos. Peña había ido afianzando estos recursos tan espectaculares para este momento, y los afrontó con una articulación que había ido marcando cada vez más, y aún reservó fuerzas para el 'Rejoice' de 'El Mesías' de Haendel que ofrecieron como propina a una velocidad endiablada, y ni aún así consiguió romper la regularidad y limpieza de dichas coloraturas ni la perfecta dicción de Peña. Por último, Ventura Rico anunció un nuevo proyecto para recuperar partituras ¡dormidas' de músicos sevillanos o vinculados con la ciudad: 'Gosa paloma hermosa' de Pedro Rabassa será primera en un nuevo empeño de recuperación de nuestro patrimonio musical.