Este es de quien está escrito: «Yo estoy por enviar a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino». Mateo 11:10 Señor nuestro Dios, gracias por llevarnos a un día glorioso. Permite que los rayos de tu gracia, la gracia de Jesucristo, alumbren nuestros corazones para nacer verdaderamente del Espíritu y servirte en todo momento como tus hijos, también cuando vengan días difíciles. Por medio de tu poder y revelación, libéranos de todas las cosas terrenales. Libéranos de preocupaciones y de placeres. Oh Señor Dios, somos tus hijos. Nuestro Padre que estás en el cielo, venimos ante ti, y nos aceptarás, para que seamos un pueblo que prepare el camino para ti. Que todas las palabras que pronuncias sean de bendición para nosotros y nos hagan felices en la expectación del día de Jesucristo, que ha comenzado con gloria y poder, y traerá aún más gloria y poder cuando todo se haya cumplido, de acuerdo con tu decreto misericordioso y perfecto. Oh Dios, tus hijos suplican: «Acéptanos, escúchanos; pon tu ardiente luz en nuestros corazones para la venida de tu grandioso día». Amén. Artículos recientes de Plough Gustavo Gutiérrez La irrupción de Dios en la historia humana El momento clave de la historia ocurrió de manera discreta y en las márgenes. Leer Benjamin Crosby ¿Soy cristiano, aunque no tenga experiencias espirituales? Los cristianos desean a menudo encuentros eufóricos con lo divino, pero no todos los tienen. Leer